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Las llaves del coche
Los automovilistas solo están obligados a llevar herramienta para cambiar la rueda o en su caso un kit antipinchazos
MADRID Actualizado: Guardar¿Qué herramientas tengo que llevar en el coche? ¿Tengo que comprar alguna especial? ¿Qué me pueden pedir los agentes de tráfico si me paran? La respuesta es muy sencilla: la llave para cambiar la rueda y el gato o, en su caso algo que poco a poco se va imponiendo a favor de tener más espacio en el maletero, un kit antipinchazos.
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerdan que las normativas han ido "simplificando" el equipamiento de herramientas a llevar en los coches. Esto es debido a la mejora de los materiales y también por la complicación electro-mecánica de los componentes. Ya no hacen falta llaves fijas o de tubo, calzos, llaves de bujías o destornilladores reversibles -de estrella y planos-.
Antes, hace 20 años, los fabricantes dotaban a los vehículos con unas cajas de herramientas que incluían algunas de las citadas. Estas, de plástico o lona, estaban ubicadas en el maletero, cerca de la rueda de repuesto o en el motor. Además, había que llevar bombillas de repuesto. Muchas veces todo ese arsenal de 'hierros' no servía para nada en caso de avería si el conductor no era un 'manitas' o un entendido en mecánica.
Hoy en día, por muy habilidoso que se sea tampoco servirían de mucho. La mayoría de los coches tienen el motor 'blindado' para evitar que profanos a la mecánica toquen el corazón del vehículo. Sin embargo y pese a todo, no está de más llevar alguno que otro 'gadget' para salir airosos de un apuro.
A la siempre útil llave para quitar la rueda y el gato, habría que sumar un pequeño kit que se podría guardar dentro de un simple 'necesser' de viaje. Así, y pese a todo, un destornillador de esos reversibles siempre es útil, porque nunca se sabe si se puede aflojar o caer la placa de cartón-piedra que protege los bajos del motor o se afloja el soporte de la batería. Por ello, tampoco estaría mal llevar unas llaves fijas de entre los números 10 al 15 o, en su caso, una llave inglesa o un pequeño juego de llaves allen. Alguna tuerca siempre queda por apretar, pese a que los fabricantes últimamente se decantan por tornillos con cabezas especiales.
Siempre es recomendable, según los mecánicos consultados, que las herramientas sean de buena calidad. Los destornilladores o llaves del 'todo a 100' suelen morder los cantos o muescas de los tornillos y tuercas dejándolos redondos, lo que equivale a tener que quitarlos con un taladro. No está de más fijarse en marcas míticas como Palmera o Acesa, fabricadas en cromo-vanadio, que no faltan en ningún taller.
Además, junto a este equipo habría que llevar un juego de lámparas. No es obligatorio, pero en caso de que una se funda y no se sepa qué hacer, siempre es posible encontrar la ayuda de algún mañoso voluntario, cuando no de un experto -véase el caso de las bombillas de los faros-. En todo caso, siempre queda como último recurso llamar al servicio de asistencia en carretera que incluyen ya muchos de seguros de automóviles.
Lo último que los expertos aconsejan y que ya muchos coches incorporan como un accesorio es una linterna de mano. A ser posible con cierta potencia, dado que no se sabe nunca cuando ni cómo será utilizada.
Equipo en casa
En tiempos de crisis muchas personas renuncian a llevar el coche al taller. Sin embargo, una mirada a los niveles siempre evita averías mayores. Por este motivo, puede tenerse un bidón de anticongelante -del mismo color del que lleva el coche- y una lata de aceite del motor para rellenar si la varilla así lo requiere.
Por lo demás, existe una panoplia de herramientas para que los aficionados puedan arreglar, 'mejorar' o realizar lo que antiguamente se llamaba 'entretenimiento' del vehículo. Aquí se suman ya aparatos que necesita de enchufe, cuando no de batería.
De dentro a fuera, siempre hay quien quiere llevar el coche limpio y pulcro. En este caso, o se pasa por una estación de servicio y se paga entre 2 y 6 euros por aspirar toda la porquería que atropan las moquetas y las tapicerías o se compra un aspirador. Aquí hay tres opciones. Con enchufe a red, con enchufe al mechero del coche o recargables. Existe en el mercado toda una batería de aspiradores, de ellos destacan por su potencia los Black&Decker de la serie Dustbuster.
Para la chapa hay varias herramientas. Junto a las 'vaporretas' están los lavados a presión que ofrece la gama Karcher. Evitan el restregar y el riesgo de rayar el coche, pero si se usan a altas temperaturas se puede perjudicar el brillo de la pintura.
Y para dar lustre están los no menos útiles utensilio en forma de pistolas, taladros o atornilladores. Entre estos se encuentra la gama PSR de Bosch con sus taladros-atornilladores a los que se les pueden fijar todo tipo de accesorios para el pulido, no sólo de las partes lisas, sino de las deterioradas por golpes o rayas. Con un poco de maña se pude evitar pasar por el chapista, a la vez de conseguir un encerado perfecto de la carrocería.
Estas taladros-atornilladores, que también tienen su función en casa, permiten instalar accesorios o simplemente quitar esos tornillos que por su dureza extrema no se es capaz de aflojar con un sencillo destornillador.