«Rajoy tendrá poco margen de maniobra»
La analista alemana Susanne Gratius asegura que más recortes ahogarán el consumo y que abaratar el despido no creará empleo
MADRID Actualizado: Guardar“Europa, Europa, Europa”. El nuevo Gobierno que salga de las elecciones generales del próximo domingo tendrá tatuada esta cacofonía en la frente. No hay otra salida. No existe otro remedio. La política económica del Ejecutivo, el gran asunto de estado de los próximos cuatro años, estará determinada en gran medida por los criterios que dicten Alemania y el Banco Central Europeo (BCE). Y si las encuestas no mienten, “Mariano Rajoy no tendrá mucho margen de maniobra”.
Este es el escenario que dibuja Susane Gratius (Hamburgo, 1963), investigadora principal del instituto FRIDE, un laboratorio de ideas europeo con sede en Madrid en el que trabaja desde 2005. La analista augura “dos o tres años” más de recesión y alerta sobre las fallidas fórmulas europeas para salir de la crisis. “Más ajustes ahoga el consumo. Y dinamizar el consumo es básico para el crecimiento. Por lo tanto, las recetas de austeridad no sirven”, señala Gratius.
La investigadora afincada en España desde hace veinte años advierte, además, que cualquier intento de “abaratar el despido”, como reclaman la CEOE, “no va a crear más empleos”. Una cosa no depende de la otra en tanto en cuanto la confianza en la economía española siga bajo mínimos, señala. Las soluciones, por lo tanto, pasan por incentivar el consumo, reducir la jornada laboral y redistribuirla como en Francia o fomentar los programas de empleo joven para acabar con la “sangría” de paro, enumera Gratius.
Regular los mercados
La analista del FRIDE considera que la lucha mercados-poder político es real y que esta dinámica es “difícil de controlar” porque los denominados mercados financieros “no se han regulado y no existe ninguna responsabilidad social” de sus acciones. No obstante, no todo está perdido. Brasil, Islandia o Argentina sí lo han hecho y los resultados son visibles, aunque también existe riesgo de que un excesivo control provoque una fuga de capitales. “En Alemania hay mucha presión social para pedir cuentas a los responsables financieros, pero la solución es compleja porque EEUU o Reino Unido se oponen”, asume la doctora en Ciencias Políticas por las universidades de Hamburgo y la Complutense de Madrid.
Sussane Gratius también conoce de cerca América Latina y las relaciones diplomáticas con España. Asegura que el Gobierno socialista ha hecho un gran esfuerzo en el ámbito político y cultural, pero no tanto en materia económica, donde los vínculos “están en pleno declive”. ¿Por qué? “Se mira más a Asia que a Europa y pese a la presencia de empresas españolas en el continente americano cualquier referencia a España es leída en clave europea”.
Para acabar con este “problema identitario, más propio de otras épocas históricas en España, como la dictadura franquista, es importante potenciar las relacione bilaterales y hacer una política más pragmática”, argumenta Gratius. “Es una política de estado defender los intereses económicas antes que los derechos humanos”, afirma. Esto ocurre en Venezuela o Cuba, dos de los países a los que el Gobierno tiene que atender con mimo por los cambios que se avecinan.