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El último tren de la Eurocopa

Los portugueses de Cristiano preparan un infierno ante Bosnia después de empatar en el patatal de Zenica

MADRID Actualizado: Guardar
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Obligación ante ilusión. Portugal y Bosnia buscan el último billete para la fase final de la Eurocopa que se disputará el próximo año en Polonia y Ucrania. Tras los encuentros de ida disputados el pasado fin de semana, la eliminatoria entre lusos y balcánicos parece la única que falta por decidirse. Sería la quinta presencia consecutiva para el combinado que ahora dirige Paulo Bento mientras que para los hombres de Safet Sucic supondría el estreno en dicha competición. El duelo se antoja igualado, como ocurrió el pasado viernes en el impracticable césped de Zenica, donde empataron a cero, y en la repesca rumbo al Mundial de Sudáfrica, al que se clasificaron los portugueses al ganar los dos partidos por un solo gol de diferencia.

Lisboa prepara un entorno hostil en Da Luz y los aficionados han pedido que el ambiente en el estadio sea el gran aliado después de la 'encerrona' vivida por Cristiano Ronaldo y compañía en el estadio Bilino Polje de Bosnia Herzegovina. Los medios también insisten en ello: «Nos dieron un patatal, preparemos un infierno», rezaba la portada del diario Récord. Por su parte Bosnia, afronta el encuentro con optimismo, después no haber perdido en los últimos siete partidos, y confía en el goleador del Manchester City, Edin Dzeko, y el centrocampista de la Roma, Miralem Pjanic, para hacer realidad el sueño de estar por primera vez en la gran cita del 'Viejo Continente'.

Croacia, Irlanda y la República Checa, casi

Los cómodos triunfos logrados en los primeros asaltos de las otras eliminatorias hacen prever que esté todo sentenciado. Croacia, Irlanda y la República Checa encarrilaron sus duelos ante Turquía, Estonia y Montenegro, respectivamente, con resultados que serán difíciles de remontar. No obstante, como la esperanza es lo último que se pierde, ni croatas ni checos se fían de sus rivales pese a que el vuelco entraría en el capítulo de milagros deportivos.

Croacia rompió los pronósticos en Estambul, goleando a los de Hiddink por 0-3, pero como es habitual nadie en el entorno balcánico quiere verse aún en Polonia y Ucrania el próximo verano. «No hay mayores optimistas que nosotros, los jugadores y el equipo técnico, pero todavía falta la segunda parte de la batalla. Los turcos son excelentes y vendrán a por el resultado», resalto el seleccionador Slaven Bilic.

Las estadísticas tampoco invitan al optimismo en Podgorica, ya que Montenegro nunca ha logrado un triunfo por dos goles de diferencia, resultado que necesitaría ante los checos para conseguir la primera clasificación de su corta historia. En Dublín, escenario del encuentro entre Irlanda y Estonia, se vive aire de fiesta. Tras el contundente 0-4 registrado en la ida, los hombres de Trappatoni podrán poner el broche a su clasificación en el Aviva Stadium. No acuden a una Eurocopa desde el 88. Una alegría que mitigará la indignación provocada por aquella eliminación ante Francia, en el camino hacia el Mundial de Sudáfrica, por culpa de la mano de Henry.