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«En España hay demasiado fatalismo»
Aïman Zoubir, corresponsal de Al Jazeera en Madrid, resalta que el mundo árabe ve a España como "un país cercano y amigo"
MADRID Actualizado: GuardarA finales del 2003, un marroquí de 22 años llega a Madrid con la maleta cargada de ilusiones. Su meta: convertirse en un gran periodista. Su manera de llegar a conseguirlo: el Máster de ABC, que entonces se dispone a cursar. Apenas unos meses más tarde, en marzo del 2004, unos compatriotas sin alma cometen el peor atentado de la historia de España. Aïman Zoubir, ese joven lleno de sueños, lo evoca como si fuera ayer: "Fue algo muy doloroso, traumático. Al principio, nadie sabía quién lo hizo. Después, cuando nos enteramos de que eran marroquíes, temí cualquier reacción". Aïman intuía que aquellos tristes días podían cambiar su vida, y realmente lo hicieron, aunque de una manera diferente a como él creyó. La reacción de España fue "madura" y "ejemplar", cuenta. Y él, alumno del Máster de ABC, vio cómo además se le abría la posibilidad de comenzar a ejercer el periodismo a lo grande. "En aquella época, los periódicos españoles no tenían redactores que hablasen árabe, así que pude escribir algunos reportajes en Lavapiés y también algunas columnas de opinión", rememora.
Aquella primera experiencia le demostró a Aïman que, con trabajo e ilusión, podía ser un gran periodista. Un periodista, además, sin miedo a conocer mundo. Después de Madrid, su profesión le llevó a Marruecos, a Ceuta y a Egipto. Hasta que surgió la oportunidad de volver a la capital de España, de la mano de un proyecto ilusionante: la expansión internacional de Al Jazeera, la cadena de televisión árabe más importante, que buscaba instalarse en España. Tras unas exigentes pruebas de acceso, Aïman consiguió su plaza en la capital de España . "Al Jazeera, que tiene canales en árabe, en inglés y ocho cadenas deportivas, ha llenado un vacío mediático enorme", explica el periodista en un castellano tan bueno que provocaría la envidia de muchos nativos.
Desde esta privilegiada atalaya de Al Jazeera, Aïman opina que el mundo árabe ve a España como "un país cercano y amigo" que tiene en los deportistas a sus mejores embajadores. "El español más conocido es Iniesta", certifica. Y es que en los zocos, como era de esperar, no se habla de Rubalcaba y Rajoy. "En el extranjero no se sigue el debate territorial ni el lingüístico ni otras cuestiones a las que se dedica tanto tiempo en España", agrega Aïman. En cualquier caso, para la élite árabe, aquella que se interesa en la política internacional, no es lo mismo el PSOE que el PP. "Simplificando mucho, el PSOE tiene una imagen positiva porque se identifica con la retirada de las tropas de Irak y por la Alianza de Civilizaciones, a la que sí se dio importancia. Al PP se le conoció tras la guerra de Irak", dice Aïman. Él ha podido entrevistar a dos políticos con buena imagen en el mundo árabe: Zapatero y el exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos.
A su juicio, el movimiento 15M no tiene demasiado que ver con la plaza Tahrir de El Cairo y con la 'primavera árabe'. "El 15M es un movimiento más pasional que racional, me gustaría que sus propuestas cristalizaran para tener algo concreto con lo que enfrentarse a los partidos políticos. Pero tiene muchas cosas positivas. Por ejemplo, ha roto esa imagen de que los jóvenes españoles no se implicaban", asevera.
Pero obviando el deporte y la política, Aïman cree que España tiene porvenir más allá de la crisis y el paro. "Aquí hay demasiado fatalismo, demasiado derrotismo. Y no hay motivos para tanto. Yo estuve en una de las huelgas generales griegas y ellos sí que están mal. España es un país fuerte, con grandes empresas respetadas en el exterior y capaz de pasar de una economía del ladrillo a otra diferente", concluye el corresponsal.