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Prostitutas, drogas, lujos y otros demonios en las cárceles

Corrupción, abuso del poder, sobrepoblación y enfrentamientos armados que terminan con matanzas, son una constante

MEXICO DF Actualizado: Guardar
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Motines, corrupción, abuso del poder, arbitrariedades, drogas, enfrentamientos armados que terminan con matanzas, sobrepoblación y prostitución. Esas son las constantes en las cárceles mexicanas. Hace unos días, un grupo de policías y militares realizó un operativo en la prisión de Las Cruces, Acapulco (al sur del país), donde decomisaron armas blancas, artículos electrónicos, mariguana y hallaron a 19 supuestas prostitutas. La operación tenía por objetivo trasladar a 60 reos a un penal de máxima seguridad, según dijo el colaborador del programa 'Guerrero Seguro', Arturo Martínez Núñez.

Durante la inspección, los agentes hallaron dos sacos de marihuana, dos pavos reales, cien gallos de pelea, 19 supuestas prostitutas, puñales y cuchillos, cien televisores y aparatos electrodomésticos no permitidos, así como seis reclusas durmiendo en el área correspondiente a los hombres. Las autoridades del estado de Guerrero han cesado al director del penal.

Sexo tras las rejas

Según ha informado el diario 'El Universal', cuatro de las 19 mujeres detenidas durante el operativo en Acapulco se dirigieron a los medios de comunicación, acompañadas por un abogado. Contaron que cada una de ellas pagaba 100 pesos (unos 5 euros) para poder pasar la noche con sus parejas. Las cuotas se entregaban al jefe de los vigilantes y al director del penal.

Y no fue la primera vez. En octubre de 2010, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), informó sobre la detención del director de un Centro en la capital, así como el director jurídico del mismo. Se les investigó por el delito de trata de personas, días después de que una interna de ese penal denunció una red de prostitución en cárceles capitalinas. La interna declaró que ella, junto con otras féminas más, eran llevadas a cárceles de hombres para ser prostituidas.

Según la PGJDF, el Ministerio Público inició una investigación sobre una red de prostitución en la que podrían estar involucrados custodios, funcionarios y las internas de diferentes penales de la ciudad de México. Hasta el momento no se ha emitido nungún informe.

Lotería para una celda de lujo

Recientemente, en la prisión estatal de Sonora, al norte de México, se descubrió que un reo sorteó el uso de su celda, reformada como habitación de lujo. Cada boleto costaba unos 200 pesos (11 euros), y el ganador podría disfrutar de un espacio con nevera, horno de microondas, bar, televisión por cable, teléfono y lo más atractivo era el servicio de aire acondicionado para sobrevivir al verano de esa región, cuando la temperatura suele alcanzar los 45 grados. En esa prisión también funcionaba un restaurante de comida del mar y un centro de empeño, donde el administrador –también reo– prestaba dinero a sus compañeros de celdas.

El caso no resultó extraño en México, ya que semanas antes del hallazgo, soldados y policías federales (nacionales) desmantelaron un salón de fiestas que operaba dentro de la cárcel de Chihuahua (norte del país). El sitio contaba con mesas de billar, bar, aparatos de música, pantallas de plasma y una nevera con 200 botes de cerveza. Los militares demoraron cuatro horas en desmantelar el local, que funcionaba con el permiso de las autoridades del centro penitenciario.

La Comisión de Derechos Humanos de Guerrero admitió en junio pasado la sobrepoblación y la presencia de personas vinculadas con delitos del orden federal, que provocaban alerta en los centros penitenciarios del estado. Aunado a ello, las cárceles de la entidad no cubren con las condiciones de readaptación social para reincorporar al recluso a la sociedad a través de capacitación al trabajo, al deporte, el cuidado de la salud y el respeto a sus garantías individuales.

De acuerdo con un estudio del organismo, en los centros penitenciarios del estado, hay una población reclusa de 5.200 reos, lo que representa una sobrepoblación de más del 30%, debido que la capacidad es sólo para 3.600 personas.

Quien esté familiarizado con alguna de las terribles historias del Palacio de Lecumberri (centro penitenciario ubicado en el DF, hoy Archivo General de la Nación), podrá darse una idea de cómo es actualmente el sistema penitenciario mexicano. Aunque las leyes actuales defiendan el resguardo de derechos humanos, éste sólo es posible con base en el nivel económico del preso y de su poder de corrupción. Como muestra, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organismo independiente, ha informado de que los presos gobiernan 100 de las 429 prisiones que hay en el país. ¿Habrá que reflexionar mucho acerca de quiénes son los demonios de los que hay que cuidarse en las cárceles de México?