Ana García de Francisco: «Las vacaciones y ausencias de los médicos no se están cubriendo»
Esta facultativa y cooperante denuncia que las listas de espera aumentan y el tiempo que se dedica a cada paciente se reduce
MADRID Actualizado: GuardarAna García de Francisco es médica y gracias a la distancia que le procura el haber sido cooperante en Mozambique, Sierra Leona y Haití puede enjuiciar las cosas con perspectiva. Acaba de incorporarse a su plaza de médica de familia en el centro de salud Isla de Oza (Madrid) y la situación que se ha encontrado no es nada grata. "Las vacaciones y ausencias de los compañeros muchas veces no se suplen, lo que supone que la carga de trabajo aumente un tercio o incluso se duplique", asegura. "Los profesionales sanitarios estamos menos motivados y más estresados", dice.
Aunque tiende por talante al optimismo, De Francisco no piensa que el panorama vaya a mejorar de aquí a cuatro años. Aduce que sobre la sanidad pública española, que es un "referente para otros países por su excelente calidad", se ciernen riesgos evidentes. Las listas de espera están aumentando y el tiempo que el facultativo dedica a cada paciente se reduce, "lo que supone una barrera en el acceso a los servicios sanitarios".
Si tuviera la potestad de dictar las decisiones del próximo Gobierno, la primera medida iría encaminada a "proteger la calidad de la sanidad y la educación públicas". "Si se deja de invertir, el deterioro del sistema" puede llegar a ser irreversible.
Cooperante de Médicos del Mundo (MDM), ha trabajado en Mozambique año y medio para prevenir la propagación del VIH, causante del sida, y en Sierra Leona, uno de los países más pobres del mundo, en tareas básicas de atención primaria con el fin de desarrollar programas de saneamiento y suministro de agua. En esta nación del África occidental lo apremiante era construir pozos y letrinas. Y en Haití, puso todo su empeño en atajar la epidemia de cólera que se desató a finales de octubre, para lo cual MDM montó un hospital de campaña.
Al regresar de estos destinos, no puede evitar sentir un choque y que los españoles, en materia sanitaria, son en cierta medida unos privilegiados, al menos hasta ahora. "La sanidad que tenemos es un lujo, no la he visto en ningún otro país antes".
Opinión sobre los candidatos
Arguye que hay razones para apoyar a los 'indignados', movimiento del que dice es "necesario". Sobre Rajoy no tiene una buena opinión: "Es un oportunista. Es verdad que en España la crisis ha sido mayor en otros países, pero no es solo culpa del Gobierno actual. La situación que tiene España es el conjunto de muchísimos factores, externos e internos. Una mala gestión gubernamental ha llevado a esta situación, pero también hay otras circunstancias. Eso no hay que olvidarlo y lo que tenemos que hacer es ser más constructivos". Para Ana García de Francisco, el líder de la oposición se está aprovechando de la crisis global para cosechar votos.
Al candidato del PSOE a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo ve como "un perdedor". "Su Gobierno no lo ha hecho bien. Es difícil lavar la imagen de un Gobierno que ha sido incompetente", sentencia.
Esta médica y cooperante pone serias objeciones al copago. A su entender, esta fórmula discriminaría a los pacientes con menos recursos, que, frente a lo que pueda pensarse, son más de lo que se piensa. No en vano, García de Francisco ha visto a enfermos que carecen de "lo mínimo para sobrevivir, alimentarse y tener un techo". "Si hay copago, el acceso al médico de cabecera va a suponer un lujo", apostilla.
García de Francisco está firmemente convencida de que el Estado del bienestar está en peligro, aunque duda que se pueda hablar plenamente de él cuando las prestaciones que procuran son tan limitadas. "Una gran parte de la población ahora mismo subsiste", alega.
La desmotivación que asedia al médico es fruto, entre otras cosas, de la parquedad de recursos. La población sufre cada vez más patologías crónicas, lo que no va acompañado de un incremento de la financiación. "Las decisiones que tomas pueden estar influidas por la premura de tener muchos pacientes en la sala de espera, y eso merma la calidad de la atención. Por otro lado, el profesional está muy quemado porque muchas veces no se siente comprendido por la Administración".
Por añadidura, no ayuda a animar al médico el hecho de que alrededor del 40% de su tiempo sea consumido en tareas burocráticas. "En los turnos de mañana, ese porcentaje es muchísimo más elevado. Por la tarde, los pacientes son más jóvenes y la proporción puede bajar un poco".
Aunque ya tenía serias objeciones que plantear a las compañías farmacéuticas, su visión se confirmó cuando estuvo en Mozambique y pudo comprobar de primera mano la falta de antirretrovirales para combatir el avance del sida. Se congratula de que la presión a las multinacionales para fabricar genéricos contra el VIH haya dado algunos resultados, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. "Las farmacéuticas tienen un papel muy relevante a escala mundial, de manera que pueden decidir si un país puede salir adelante en su lucha contra el sida".