CRIMEN

Gerona llora a la pequeña Melani

El padre y presunto asesino de la niña pasa a disposición judicial

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La ciudad de Girona rindió este viernes un sentido homenaje a Melani, la niña de 18 meses asesinada presuntamente por su padre el jueves pasado. Los cerca de doscientos ciudadanos que se reunieron en la plaza del ayuntamiento gerundense para dar el último adiós a la pequeña exhibieron una mezcla de sentimientos que iban desde la rabia, la incomprensión de cómo un padre pudo hacerle algo tan brutal a su hija, a la consternación o el dolor más absoluto. Y más aún a medida que iban trascendiendo los detalles más escabrosos del diabólico crimen supuestamente cometido por el padre de la criatura, que confesó que acabó con la vida de su hija porque se lo había ordenado el diablo. Eso es lo que Marcelo Ruiz dijo a los agentes que se personaron en el domicilio. Lo hizo entre gritos que se escucharon en todo el vecindario. "El diablo ha estado aquí", repetía. Cuando los agentes le preguntaron dónde estaba la niña, respondió: "Debajo de la manta". La imagen que se encontraron los policías al destapar el cuerpo fue dantesca: la niña había muerto degollada y su pequeña cabeza estaba decapitada.

Tras guardar un minuto frente al ayuntamiento, el alcalde de la ciudad, Carles Puigdemont, dio con las palabras exactas para definir el suceso: "Trágico y monstruoso". Los representantes del gobierno municipal, personas anónimas, así como algunos profesores de la guardería a la que iba Melani y docentes del colegio de su hermana de seis años condenaron el asesinato de la pequeña y mostraron el apoyo a la familia, especialmente a la madre, que se encontraba trabajando en el momento del suceso.

"Se ha querido expresar la solidaridad, el afecto, la proximidad a la madre y a la hermana de todos los ciudadanos, que hemos vivido con escalofrío la monstruosidad que ha cometido esta persona contra su propia hija, y hacerles saber que toda la ciudad está a su lado", señaló Carles Puigdemont, que pidió que "la justicia haga su labor y, cuando la haga, la haga con la máxima contundencia y el máximo rigor".

De momento, un juzgado de guardia se ha hecho cargo del presunto infanticida, Marcelo Ruiz, que este viernes pasó a disposición judicial. Lo hizo 24 horas después de ser arrestado, tras ser ingresado también en el psiquiátrico de Salt, donde le practicaron pruebas para determinar si padece alguna enfermedad mental que hubiera podido influir en la comisión del brutal delito.

La madre y la hermana de la víctima, presente en el domicilio durante el crimen, se han trasladado a Barcelona, donde viven los abuelos de las niñas desde hace años.