Prostitutas y peleas de gallos en la cárcel de Acapulco

«Se encontraron dos costales de marihuana, dos pavos reales, un centenar de gallos de pelea, 19 prostitutas, diversas armas punzocortantes, cien televisores y aparatos electrodomésticos no permitidos». Por lo variopinto de la requisa podría pensarse que el hallazgo se hizo en un garito de dudosa reputación, sin embargo fue en la cárcel de Acapulco. Un total de 60 presos fueron trasladados y el director de la prisión-que ya ha sido destituido- y cinco guardias quedaron detenidos.

Más de quinientos funcionarios de las Fuerzas de Seguridad Federal y Estatal entraron de madrugada para un registro sorpresa en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de la localidad, famosa por el popular balneario internacional del Pacífico. Su objetivo era trasladar a cárceles de máxima seguridad a reos relacionados con la delincuencia organizada, el narcotráfico y la tenencia de armas de fuego.

Llegaron a las once y media de la noche, pero no salieron hasta bien pasadas las cinco de la madrugada. Necesitaron todas esas horas porque durante la requisa se encontraron con 19 prostitutas trabajando en varias celdas, a seis reclusas «durmiendo» en la sección de los hombres, corrales con los gallos, televisiones de pantalla plana, droga y decenas de puñales y armas.

El portavoz del Gobierno de Guerrero, Arturo Martínez Núñez, confirmó que tras el registro se trasladó a un total de «59 hombres y una mujer a penales de alta seguridad». Otras fuentes señalaron que 16 de estos reos fueron llevados en avión a una cárcel de máxima seguridad y los otros 44 a la prisión de Chilpancingo. El funcionario indicó que Carlos Coronel Avitia, actual director de la penitenciaría que antes dirigió la de Zihuatanejo, y los cinco funcionarios serán investigados.