Rajoy dice que en el debate se sintió casi tan cómodo como «ir al fútbol»
El líder del PP afirma en Melilla que los socialistas "no pueden volver a gobernar en una temporada larga"
MELILLA Actualizado: GuardarEl día después del debate, Mariano Rajoy ha amanecido en Melilla con una sonrisa contenida, pero difícil de esconder. El líder del PP, en contra de lo que había ocurrido en lo que llevamos de campaña, ha departido de manera informal con los informadores que siguen su periplo por toda España. Los periodistas le han preguntado que si se sintió cómodo en el cara a cara con Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras asentir con la cabeza, ha comentado: "No es lo mismo ir a un debate que a un partido de fútbol", a la par que ha recordado que el del lunes fue su tercer debate.
Otra de las preguntas que le han formulado es si estaba preparado para la "agresividad" de su oponente: "Él hace su campaña y su campaña es amenazar con todos los males del infierno", ha indicado. Rajoy cree que cumplió con su cometido. "Quise transmitir que se necesita un cambio para generar empleo".
También ha negado que, tras el debate, se pueda hablar de una campaña electoral finiquitada. Quiere mantener prietas las filas y, sobre todo, evitar cualquier atisbo de desmovilización entre su electorado. De hecho, en el mitin que ha protagonizado tras pasear por las calles de la ciudad, ha destacado que mantendrá su hoja de ruta en una campaña "sin insidias". A sus rivales (no ha citado ni una vez a Rubalcaba) les ha pedido que se trate a los españoles como lo que son: "personas adultas e inteligentes"
Rajoy, al que acompaña su esposa, Elvira Fernández, ha abundado en esta idea: "De mis adversarios políticos solo quiero decir que lo han hecho muy mal y que con esas ideas y esas formas de hacer las cosas, España no tiene futuro". El candidato del PP ha ido más allá y ha espetado que los socialistas "son incorregibles y no pueden volver a gobernar en una temporada larga, porque han acreditado que no son capaces". Se refería a la tasa de desempleo que dejará José Luis Rodríguez Zapatero, por encima del 20%, más o menos la misma que dejó Felipe González en 1996.