Secuencia del destrozo de la Herriko Taberna por parte del joven que vivió cómo su casa quedó destrozada. / Efe
TRIBUNALES

Piden 25 años para un acusado del atentado de Lazkao

La Audiencia Nacional juzga el próximo jueves al presunto etarra que participó en el ataque contra la sede del PSE

MADRID Actualizado: Guardar
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La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al presunto etarra Manex Castro Zabaleta y al supuesto colaborador de la banda Mikel Garmendia Bastarrika por el atentado cometido contra la sede del PSE en Lazkao (Guipúzcoa) el 23 de febrero de 2009. Al día siguiente, un joven cuya vivienda había quedado destrozada por la explosión atacó con una maza la ‘herriko taberna’ de la localidad.

El fiscal Vicente González Mota pide que Castro sea condenado a 25 años de cárcel por un delito de estragos y otro de depósito de explosivos. Según el escrito de acusación, cometió el atentado junto a los presuntos etarras Beinat Aguinagalde y Ugaitz Errazkin, que también están procesados en esta causa. Los tres formaban un ‘talde’ denominado ‘Asti’ dentro del ‘comando Ezuste’ que planificó y ejecutó el atentado con explosivos contra la Casa del Pueblo de Lazkao, situada en el número 27 de la calle San Prudencio. Antes de la explosión, Aguinagalde realizó una llamada avisando de la colocación del artefacto.

Según el escrito de acusación, el artefacto estaba compuesto por una carga de entre 8 y 10 kilos de explosivo y causó importantes daños materiales en la sede socialista y las viviendas y los vehículos que se encontraban cerca. La bomba fue confeccionada en la casa de Castro, ya que en los cubos de basura situados en las inmediaciones del domicilio se encontraron elementos similares a los utilizados en el atentado. Por su parte, Garmendia Bastarrika se enfrenta a ocho años de prisión por un delito de colaboración con organización terrorista al prestar a Castro el vehículo con el que se cometió el atentado y recibir un mensaje de texto en el que este le pedía que, si alguien preguntaba por él, dijera que había estado en la sidrería en la que trabajaba.

Tras los hechos, Emilio Gutiérrez, un joven cuya vivienda había quedado destrozada por la explosión atacó con una maza la ‘herriko taberna’ de la localidad, por los que recibió en las redes sociales calificativos como ‘el héroe de Guipúzcoa’ o ‘el justiciero de Lazkao’. No obstante, también sufrió amenazas del entorno de la banda terrorista que le obligaron a abandonar el pueblo y fijar su residencia fuera del País Vasco. Castro, que fue arrestado en marzo de 2009 en Villabona (Guipúzcoa), está reclamado junto a Aguinagalde y Errazkin por el asesinato del empresario Ignacio Uria, que se produjo el 3 de diciembre de 2008 en la localidad guipuzcoana de Azpeitia.

Sustancias inflamables

Además, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal juzgará el viernes al presunto miembro de la banda terrorista ETA Oier González, para quien la Fiscalía pide una pena de dos años de prisión por un delito de tenencia de sustancias inflamables e incendiarias. Según el Ministerio Público, González formaba parte, junto a otras tres personas ya condenadas por estos hechos, de un grupo dedicado a actividades de ‘kale borroka’ en 1998.

Tras su detención en enero de ese año la Policía incautó al ‘talde’ del que formaba parte tubos que contenían clorato potásico y ácido sulfúrico, «componentes necesarios para la elaboración de artefactos incendiarios». También disponían de una abundante cantidad de desatascador rápido de tuberias.