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«Me tomaría un cubata con Rajoy»
Desde hace cuatro años esta portuguesa afincada en Valencia ejerce la prostitución. El caballo que consume la está matando, por eso cuando le preguntas por el futuro político te responde que no sabe si estará viva
VALENCIA Actualizado: GuardarValencia. Avenida del Oeste. Una de las zonas antiguas de la ciudad donde decenas de mujeres exhiben su cuerpo en busca de una transacción económica. En uno de los cruces trabaja Alicia. Habitual residente en Castellón desde hace 45 años. Los últimos cuatro ha ejercido la prostitución junto al asfalto. Sus ojos negros y su demacrado rostro constatan la exposición pública a la que libremente se ha sometido. El caballo que consume todos los días la está matando, por eso cuando le preguntas por el futuro político del próximo presidente del Gobierno te responde que no sabe si estará viva.
Esta portuguesa trabajaba en una fábrica de medias y ropa íntima cuando Zapatero llegó por primera vez a la Moncloa. Primero la contrataban por temporadas, después ya ni siquiera la llamaban. Con su edad, dice, le resultó muy complicado encontrar una ocupación, un trabajo con el que poder subsistir, así que decidió trasladar su domicilio a Valencia, junto a su hermana. Alicia dice que cuando no está en la calle cuida de la hija de su primogénita, aunque son pocas esas veces.
La calle le abrió sus duros brazos en 2007. En el momento más boyante de la economía esta mujer asegura que el mundo estaba de otra manera. “La gente antes tenía más dinero, ahora te dan menos, te pagan una miseria”, afirma. De bordillo en bordillo asegura haber visto mucho y aprendido más. Por ese motivo, cuando le preguntas por la situación actual su versión es contundente y clara: “El mundo está muy mal. Antes estaba de otra manera. Los culpables somos nosotros, nosotros hacemos que esté así”. Alicia exculpa a los políticos en un arranque de serenidad. Dice que ellos no tienen la culpa, sino los ciudadanos que los han votado. De hecho el remedio está en nuestras manos. “Si todos nos unimos quizás conseguiremos algo, ¿la unión no hace la fuerza?”, apunta.
Su primera medida si fuera presidenta del Gobierno sería bajar los precios de las cosas. Está convencida de que se han disparado y ya no se puede vivir con poco dinero como antes. “Ahora, hasta para ver la televisión hace falta un cacharrito que vale una pasta. Antes se podía ver la tele sin problemas”, en clara alusión a la llegada de la TDT.
Ante los dos grandes partidos y sus candidatos Alicia lo tiene muy claro: “Me tomaría un cubata con Rajoy, para conocerlo mejor. De Rubalcaba sólo me atrevo a decir que es más diferente, no lo veo”. Tiene claro a quién va a votar el próximo 20-N. Asegura que Rajoy es cambio y ese cambio es necesario para ver qué pasa. En el fondo el verdadero cambio debería llegar en su vida, pero no puede. Las drogas la tienen presa en esa fría calle de la ciudad del Turia.