Interior de la Bolsa de Madrid. / Efe
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El Ibex se hunde un 4,19% al cierre arrastrado por el referéndum

La caída en Bolsa ha estado acompañada por una fuerte subida de la prima de riesgo española

MADRID Actualizado: Guardar
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El primer ministro griego, Yorgos Papandreou, ha anunciado someter a referéndum el plan de rescate acordado con sus socios europeos la semana pasada y ha estallado el desastre en los mercados. Los inversores han interpretado que un "no", bastante probable a la vista del sentimiento del pueblo griego, conllevaría una quiebra desordenada de Grecia y, posiblemente, su salida del euro. Y eso ha sido lo que han comenzado a cotizar los mercados. Porque, además, varios analistas así lo interpretaron. Por ejemplo, Fitch. Pero también el ministro de Finanzas de Finlandia.

La decisión del primer ministro griego provocó la indignación en los Gobiernos francés y alemán. Y dentro de las fronteras de Grecia, la de la oposición conservadora, que se apresuró a pedir elecciones anticipadas. Pero es que en el propio partido de Papandreou, el PASOK, varios de sus compañeros pidieron su dimisión y comicios adelantados. De hecho, se especula con una posible caída del Gobierno de Grecia o, al menos, de su primer ministro, y con la creación de un Gobierno de concentración tras la reunión que mantenía el gabinete por petición del propio Papandreou. Aunque quizá fuera suficiente con esperar a los próximos días, dado que se someterá a un voto de confianza en la Cámara.

Con la ausencia de una red de seguridad fiable, como un fondo de estabilidad financiero con la munición suficiente como para frenar los ataques especulativos, o un banco central menos timorato que el europeo, la primera víctima de la inestabilidad creada por el anuncio del referéndum fue la deuda periférica. Y, sobre todo, la de Italia, un país en el que también se ha asentado la inestabilidad política que hace muy difícil tomar las medidas que reclama Bruselas y los mercados. De ahí que la prima de riesgo de la deuda italiana subió hasta los 442 puntos, desde los 406 del cierre del lunes. El interés del bono a diez años se incrementó desde el 6,09% hasta el 6,19%, mientras que el de su comparable alemán bajó del 2,02% hasta el 1,76%, debido al aumento de la aversión al riesgo que siempre hincha los precios de los bonos germanos, como refugio que son, reduciendo su rentabilidad. Con todo, la prima de riesgo de Italia no cerró en sus máximos del día, situados en los 455 puntos, porque parece que actuó el Banco Central Europeo en el último tramo de la tarde. Éste es un nivel desde el que Irlanda y Portugal no retornaron: ambos países tuvieron que pedir un rescate después.

También llegaron réplicas del terremoto a España, aunque de menor intensidad. La prima de riesgo marcó máximos de la sesión en los 385 puntos y cerró en los 375, también, posiblemente, por la actuación del Banco Central Europeo. Pero el día anterior había terminado en el 3,51%. Pero todo el deterioro se debió al recorte del interés de los bonos alemanes, porque la rentabilidad de los españoles bajó del 5,54% al 5,51%.

Además de la deuda, también el euro fue víctima de las renovadas dudas sobre Grecia y su posible inminente quiebra. Así, al cierre de la sesión, se cambiaba por 1,37 dólares, lo que implica una caída de un 1,8%, cuando el día anterior había terminado la sesión muy cerca de 1,40.

Y, por supuesto, las Bolsas fueron las grandes damnificadas. Y, como sucede en el mercado de deuda, la italiana fue la que más sufrió. El Ftse Mib de Milán cerró la sesión con un recorte del 6,80%. A continuación, el Cac 40 francés, que perdió un 5,38%. El Dax alemán retrocedió un 5%, mientras que el Ibex-35 cedió un 4,19%, para dar un último cambio en los 8.579,60 puntos. Aunque, en el peor momento de la sesión llegó a perder la cota de los 8.500 puntos.

En el Eurostoxx 50, los que más sufrieron fueron los bancos. Y las caídas fueron de escándalo. Société Générale retrocedió un 16%; Intesa SanPaolo, un 15,8%; ING, más de un 14%; BNP Paribas, algo más de un 13%; Axa y Unicrédito, más de un 12%; y Deutsche Bank y Allianz, casi un 8%.

Los valores

Pese a que la Autoridad Monetaria Europea dice que los bancos españoles necesitan más capital que los del resto de Europa, lo cierto es que ayer las entidades del Ibex se comportaron mejor que sus comparables del Viejo Continente. Así, los valores financieros que más cayeron en el selectivo español fueron CaixaBank y Mapfre, cuyos descensos rondaron el 6%. El Popular, por su parte, retrocedió un 5,43%; Santander y Bankinter, alrededor de un 4,75%; BBVA, casi un 4%; el Sabadell, un 3,75%; y Bankia fue el valor que mejor se comportó de todo el Ibex, con un descenso del 1,5%.

Pero hubo muchos valores que lo hicieron bastante peor. Así, Mediaset fue el farolillo rojo del selectivo, con un recorte del 8,50%, seguido de Sacyr Vallehermoso, que retrocedió un 6,44%, mientras que Técnicas Reunidas cayó un 6,32%.

Entre los grandes valores, Iberdrola lo hizo peor que las entidades financieras, con un descenso del 5,44%, al tiempo que Repsol YPF se dejó un 5,39%. Telefónica, por su parte, retrocedió un 3,41%.

Fuera del Ibex, sólo siete valores cerraron la sesión en positivo: Bodegas Riojanas, Montebalito, Cleop, Natraceutical, GAM, Prim y EADS.

En el mercado de materias primas, las noticias procedentes de Grecia también cotizaron a la baja. No en vano, son activos de riesgo, de lo que ayer los inversores no querían ni oír hablar. Por eso, el barril de Brent, de referencia en Europa, cayó más de un 2%, hasta los 107 dólares, mientras que el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se cambiaba por menos de 90 dólares, tras haber retrocedido más de un 3%.

Ni el oro subió, pese a considerarse un activo seguro, libre de riesgo. Eso sí, dibujó un camino de ida y vuelta: durante la primera mitad de la sesión, cotizó a la baja, hasta marcar mínimos del día en los 1.680 dólares, nivel desde el que rebotó hasta los 1.714 dólares.

En Estados Unidos también dominaban los descensos con los bancos como principales víctimas. Junto a las tensiones derivadas de lo que sucedía a este lado del Atlántico, también había que añadir las malas noticias que internamente tenían que digerir, como un índice de confianza en el sector manufacturero más flojo de lo previsto.

De manera inesperada, cayó en octubre con respecto al mes anterior.

A última hora de la tarde, ya con los mercados europeos cerrados se filtraba desde fuentes del partido de Papandreou que el plan del referéndum podría estar prácticamente muerto. A falta de confirmación, Wall Street apenas reaccionó