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¿Sexo en la tercera edad?

Más de la mitad de las personas mayores afirman tener relaciones sexuales con frecuencia

MADRID Actualizado: Guardar
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El mito sobre la falta de interés de las personas mayores en el sexo mantiene aún los prejuicios que impiden que este grupo de población viva plenamente su sexualidad en la vejez. Sin embargo, los médicos de familia consideran la esfera sexual un aspecto fundamental en el envejecimiento saludable. "La edad no está reñida con el sexo. Al contrario, el mejor conocimiento de la pareja y de uno mismo, así como la disminución de las obligaciones, tanto familiares como laborales, favorecen la sexualidad en nuestros mayores", argumenta el doctor Juan Manuel Espinosa, del Grupo de Atención al Mayor de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

No obstante, es evidente que con la edad se producen cambios fisiológicos que repercuten en la vida sexual de hombres y mujeres. Circunstancia que no impide que un 60% de las personas mayores reconozca mantener relaciones sexuales con frecuencia, como se ha dado a conocer en el marco de las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia que hoy y mañana tienen lugar en Sevilla. Estas jornadas, a las que acuden más de 400 profesionales de Atención Primaria de toda España, están organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Andaluza de Medicina de Familia y Comunitaria (SAMFyC), junto con la colaboración del Instituto de Formación Novartis.

Con el paso de los años son inevitables los cambios fisiológicos en los órganos sexuales, lo que unido a determinadas enfermedades (artritis, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, etc.), el consumo de medicamentos y la educación sexual recibida justifica ciertas modificaciones que se producen en el comportamiento sexual de las personas mayores. “Sin embargo”, reitera el doctor Espinosa, “estos cambios no condicionan obligatoriamente el cese de la actividad sexual, sino que exigen una adaptación del comportamiento sexual”.

Disfunciones

Las disfunciones sexuales que presentan con más frecuencia los pacientes mayores son la eyaculación precoz y la disfunción eréctil en el caso de los varones, y la falta de deseo sexual y el coito doloroso o frustrado (dispauremia) en las mujeres. “Aunque es muy frecuente que el sexo sea aún un tema tabú para estas personas, nos suelen plantear la situación a través de preguntas o cuestiones indirectas que hay que saber reinterpretar”, explica el doctor Espinosa. En este sentido, añade, “son las mujeres las que en la mayoría de los casos consultan también por los problemas sexuales de sus maridos”.

Por otro lado, son normales ciertas modificaciones del patrón sexual como la disminución del número de coitos, “pero conforme avanza la edad lo más importante es la sed de piel, es decir, los abrazos, las caricias o momentos de intimidad, que también son motivo de placer”, comenta el doctor Espinosa. En cualquier caso, continúa, “a partir de cierta edad se trata de optimizar la calidad de la relación de pareja más que la cantidad de sexo”.

Los cambios que se producen en la sexualidad a raíz del envejecimiento deben ser bien conocidos por el médico de familia, profesional sanitario al que la población mayor acude en primera instancia. Según indica el doctor Espinosa, “la comunicación es nuestra principal herramienta tanto diagnóstica como terapéutica y la formación que ya tenemos en habilidades de comunicación nos permite explorar y abordar temas de la esfera íntima de la persona. Por tanto, por qué no también hacerlo con su sexualidad y saber cómo de satisfactoria la viven nuestros pacientes mayores”.