Urkullu pide una política penitenciaria «más flexible»
El presidente del Ejecutivo ofrece una reunión simbólica al líder del PNV, que le concede una posición preponderante sobre Patxi López
MADRID Actualizado: GuardarLa cita entre Zapatero y Urkullu ha convertido al líder de los nacionalistas vascos en el primer dirigente de Euskadi en abordar con el jefe del Ejecutivo la situación creada a partir del anuncio de la banda terrorista ETA, el pasado jueves. En el Gobierno quitan hierro a esta prelación, circunscriben la reunión en el marco de las relaciones especiales de entendimiento y colaboración mutua que se han ido fraguando a lo largo de la legislatura, y aseguran que no hay motivos para que el PSE se sienta ofendido.
El propio Urkullu ha glosado los acuerdos alcanzados por su formación y el Ejecutivo durante estos años y ha defendido que todos han sido "positivos para España y para Euskadi". Sobre todo, en lo que respecta, ha dicho, a tres cuestiones centrales: la crisis económica; la culminación del acuerdo estatutario y el fin de ETA. "Hemos conseguido hacer posible el sueño de la paz por paz. Ha habido que arriesgar y reconozco -ha añadido- que el presidente español se comprometió a ello y así lo ha hecho".
El ministro de la Presidencia ha aclarado que al hablar de "arriesgar" el líder del PNV se refería a la estrategia antiterrorista que ha llevado a la "victoria de la democracia" basada en la combinación de actuaciones en el ámbito judicial, policial, y de la cooperación internacional. "El conjutno de iniciativas se han llevado a cabo como desarrollo del proceso de paz de 2006 y 2007 - ha señalado- pero la decisión del fin de la violencia es consecuencia de que el grupo terrorista se sintió angostado por la eficacia policial".
Sin prisas
El PNV coincide ahora con PSOE y PP en que no hay ninguna prisa en flexibilizar la política penitenciaria o en eliminar la excepcionalidad de la legislación penal aplicada a los presos de ETA antes de las elecciones del 20 de noviembre. Urkullu ha insistido que esas medidas tendrán que llegar, pero "siempre en función de los pasos que den los propios presos". Sólo hay, a su juicio, una urgencia: la "situación" de los presos con enfermedades graves. "Lo que nos diferencia de quienes no respetan los derechos humanos es el humianismo que los demás podemos aplicar", ha alegado.
El dirigente nacionalista no ha utilizado el término excarcelación, aunque era lo que sobrevolaba su intervención. Jáuregui ha insistido en que este Gobierno no tomará ninguna iniciativa que modifique la actual política antiterrorista y ha reiterado que corresponderá al próximo Ejecutivo y al Parlamento que salga de las urnas decidir.
En cuanto a los reclusos enfermos, alrededor de una decena, ha asegurado que también con ellos se mantendrá el principio de que la política antiterrorista y penitenciaria no va a cambiar. "Pero sí quiero decir -ha matizado- que los presos que padecen enferemedades ya son atentidos en hospitales o en sus domicilios; se está haciendo desde hace tiempo".