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«Situazione molto pericolosa»
La estabilidad del ejecutivo de Berlusconi corre un claro peligro después de la dramática sesión sostenida este martes con sus más cercanos colaboradores
MADRID Actualizado: GuardarLa situación tan peligrosa es, en términos políticos, la italiana, pero teniendo en cuenta su definidor, Humberto Bossi, probablemente se refiere al escenario político-parlamentario más que al futuro de la madre patria que, ciertamente, como la de otros, es sombrío.
Bossi, jefe de la Liga Norte (el secesionismo latente de Milan y el sueño de una “Padania” juiciosamente aplazado sine die) ve en claro peligro la estabilidad del ejecutivo después de la dramática sesión sostenida ayer con Berlusconi y sus más cercanos colaboradores ya muy entrada la noche, es decir, en un escenario de emergencia, con la el único objeto de redactar una carta para … Bruselas.
Tal carta, al final de quince páginas, promete ejecutar el adicional paquete de medidas prometidas por el primer ministro la semana pasada a la UE (en términos más crudos, al directorio franco-alemán y, aún más crudos, a Berlín). Como el programa de austeridad ya fue enviado en su día, en dos fases casi seguidas, no queda mucho terreno donde ahorrar y Berlusconi hubo de resignarse a meterse en la gran boca del lobo social: pensiones y edad de jubilación.
La liga se reserva
Pero su gran socio de gobierno, la Liga, se plantó en primera instancia cuando trascendió que el eje central del plan es subir a 67 años la edad de jubilación y controlar el incremento mecánico de las pensiones. El “no” del dúo Bossi-Maroni (Roberto Maroni, ministro del Interior y hombre fuerte de la Liga) fue instantáneo… tanto que la sombra de una ruptura de la coalición y el fin del gobierno parecieron cercanos.
Algo ha sucedido, sin embargo, para conjurar provisionalmente el peligro: se alcanzó lo que Angelino Alfano, el fiel entre los fieles a Berlusconi y jefe orgánico del partido berlusconiano (“Pueblo de la Libertad”) llamó un buen acuerdo de principio. Se redujo, en términos meramente formales, a dos cosas: a) no se tocan las “pensiones de ancianidad” (satisfacción para Bossi); b) se alarga la edad de jubilación a los 67 años, pero tan paulatinamente que será un hecho general en 2026.
Visiblemente, la Liga, obligada a elegir entre una salida y el fin del gobierno, optó por lo primero, pero reservándose margen de maniobra: si Bruselas (Berlín) lo rechaza por insuficiente e Italia no alcanza el nivel de disciplina y rigor internos descritos como necesarios, Bossi podrá decir que hizo lo que pudo, pero sin sacrificar a los abuelos y pensando en los trabajadores mayores de los cincuenta años. Pura política de perfume electoral…
¿Servirá la misiva?
Lo sucedido estuvo a la altura del gusto por la comedia que conserva la política profesional italiana, por lo demás habituada a vivir al supuesto “borde del abismo” invariablemente salvado por la transacción en sus diversas manifestaciones. Pero si la carta no sirve en el gran cónclave financiero de la UE e Italia es enviada al patio de los malos alumnos con griegos e irlandeses, el fin del ejecutivo es inevitable con la apertura de un proceso electoral seguro.
Seguro si se cree a Bossi quien, frente a sugerencias de un gobierno técnico, dijo categóricamente que si hay crisis… es inevitable la convocatoria de elecciones anticipadas. Esto significa un ejecutivo en funciones, más tiempo perdido y, tal vez, privarse de una posibilidad de arreglo muy racional, la de un gabinete de especialistas, que podría encabezar muy bien el reputado economista Mario Monti y que cuenta con bastantes precedentes y algunos de ellos estupendos.
Si no funciona la cosa en Bruselas-Berlín, con un gabinete provisional o disolución del parlamento, es seguro el fin de Berlusconi. Ya ha dicho que no se representaría y que no aspira a ser presidente de la República… Il Cavaliere asume ya que su tiempo político concluyó y es incluso posible que esté deseando, por fin, dejarlo. Tal vez no exageraba el colega Francesco Verderani al escribir hoy en “Il Corriere della Sera” que lo único que hace sonreir a Berlusconi en la crisis es un nuevo gobierno… con otro inquilino en el Palacio Chigi”….