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Sir Richard Branson, un magnate del futuro
Tras la inauguración del primer aeropuerto espacial, el millonario anuncia vuelos turistas a la estratosfera para el próximo año y hasta un hotel en la Luna
Actualizado: GuardarSu imagen del pasado martes bebiendo una copa de champán mientras que se descolgaba atado a un cable por una de las fachadas de la primera estación espacial privada del mundo solo es una más de las muchas excentricidades a las que acostumbra este multimillonario, que figura entre las primeras 22 fortunas del mundo. Muchos lo tachan simplemente de magnate con afán de protagonismo o incluso de loco, pero lo cierto es que este británico de 61 años ha puesto una buena cantidad de sus millones al servicio de la ciencia.
Sir Richard Branson fundó su primera empresa –la revista Student- con apenas 16 años y hoy es propietario de más de 350 dentro del grupo Virgin. Desde entonces ha querido trasladar su éxito laboral al progreso tecnológico y científico, y de su mano han nacido proyectos más propios de un futuro de ciencia ficción que del momento actual. Durante la inauguración de su flamante estación espacial anunció que Virgin Galactic estará lista para iniciar el negocio del turismo espacial dentro de solo 12 meses. Los primeros asientos para salir a la estratosfera están reservados para Branson y sus hijos, pero más de 400 personas están ya en lista de espera para visitar el espacio, previo pago, eso sí, de la nada desdeñable cantidad de 200.000 dólares. Branson ya cuenta con los modernos transbordadores y un aeropuerto –un edificio diseñado por el estudio de Norman Foster y que ha costado 209 millones de dólares-, pero no tiene intención de frenarse aquí. Su futuro proyecto es crear nada menos que un hotel en la luna.
Sus naves espaciales podrían sentar las bases, según anunció el propio multimillonario hace apenas un mes, para acortar las distancias transoceánicas. “Tardar una hora entre Los Ángeles y Londres no es algo completamente descabellado”, afirmó.
Los proyectos de exploración de Branson no se circunscriben solo al espacio. Y es que los fondos marinos son otro de sus objetivos, para el que ha creado expresamente la marca Virgin Oceanic. “Más hombres han estado en la Luna que a 6000 metros bajo el agua.”, explica Branson, quien recuerda que apenas que apenas un 3% de los océanos ha sido explorado: “Podemos encontrar criaturas fascinantes de un mundo que desconocemos”. Virgin Oceánics ha diseñado un submarino capaz de descender hasta los 11.000 metros y visitar el lugar más profundo del planeta, las Fosas Marianas. Esta será primera parada que espera visitar el propio Branson en el viaje inaugural.
Otros proyectos
Las inquietudes del multimillonario británico alcanzan todo tipo de campos y negocios, muchos de ellos relacionados con el altruismo y la defensa del medio ambiente. En 2007 anunció la creación del ‘Virgin Earth Challenge’, un concurso que premiará con 25 millones de dólares a la persona que, de entre varias propuestas, logre idear un mecanismo capaz de eliminar de la atmósfera los gases contaminantes.
En 2006 ya había anunciado la donación del 100% de los beneficios de sus compañías aérea y ferroviaria durante 10 años para la investigación del efecto invernadero. El montante aportado se valora en 3.000 millones de euros. En 2008 fundó una empresa médica para tratamientos homeopáticos y alternativos con clínicas distribuidas por varios puntos de Inglaterra. Otro de sus proyectos ha sido el de crear un banco de almacenamiento de información genética, en el que guardar la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos para tratar futuras enfermedades. Los beneficios son destinados íntegramente a organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a investigar el potencial de las células madre. Su vertiente humanitaria también le llevó a apoyar tanto moral como económicamente la búsqueda de la pequeña Madeleine McCann.
El afán aventurero de Branson atesora además un buen número de récords. En 1986, cruzó en barco el Atlántico en el menor tiempo registrado nunca. Solo un año después cambio el agua por el cielo para cruzar el mismo océano en globo. Y en 1991, también en globo, llegó el turno de Pacífico, sobre el que alcanzó velocidades de hasta 245 km/h.
Sir Richard Branson se ha convertido en el paradigma de millonario altruista y aventurero como pocos ha dado la historia. Y su talento innato para los negocios le permite seguir ganando dinero, que a su vez continúa gastando en algunos de los proyectos más increíbles de imaginar.