El Barça derrota al Viktoria con menos brillo del habitual
Iniesta y Villa firman los dos tantos de los azulgrana ante los checos
BARCELONA Actualizado: GuardarNo tuvieron el brillo de otros días, no repitieron la goleada a la que han acostumbrado a los suyos, pero se hicieron con los tres puntos y cumplieron con la consigna que les ha dado Guardiola: encarrilar el pase a octavos cuanto antes. El Barça derrotó por 2 a 0 al Viktoria, un equipo checo que saltó algo tímido al Camp Nou, pero que dejó una buena impresión, a pesar de que apenas rondara el área de Valdés.
El caso es que el arranque del Barça fue por momentos espectacular. En dos minutos, los primeros, el equipo fue capaz de llegar por partida doble con una claridad que hacía presagiar que el Viktoria se llevaría un buen carro. El Barça apretaba con su defensa casi desde el centro del campo y ahogaba al conjunto checo, que no era capaz de detener las embestidas azulgrana.
Corría el minuto 9 y, en medio del tsunami blaugrana, Messi e Iniesta fueron capaces de desafiar las leyes de la física: detuvieron el tiempo y el espacio, hicieron un doble tuya-mía estelar, que sirvió en bandeja al de Fuentealbilla para abrir el marcador. Golazo con mayúsculas.
Nunca una lesión le sentó tan bien a un futbolista. Andrés Iniesta cayó lesionado hace un mes y regresó el sábado pasado ante el Racing como si no se hubiera detenido nunca. Ante el Viktoria Pilsen firmó algunas de las mejores jugadas del equipo, con paredes imposibles, con Messi, Villa o Pedro. Iniesta es mágico individualmente y mejora si se asocia con algún compañero.
Su regreso es una gran noticia para el Barça, que ha llegado a tal nivel de juego que sus seguidores, acostumbrados a comer caviar hasta para merendar, celebraron el primer gol casi sin emoción. Es muy posible que en cualquier otro campo se hubieran sacado pañuelos.
Pero para los culés es ya casi una rutina ver obras maestras y la pregunta que se hacen todos los domingos y miércoles volvió a recorrer toda la tribuna tras el 1-0: ¿Cuántos goles haremos hoy? Pero el equipo se contagió de esa superioridad, se recreó en exceso en algunas jugadas de ataque y el Viktoria empezó a desvestirse de su papel de víctima y fue capaz de adelantar las líneas. Por momentos se quitaron la piel de cordero con la que se presentaron en la previa: "Quizás tendríamos alguna oportunidad si la UEFA nos permitiera jugar con dos porteros", dijo Horvath, estrella del equipo.
En la reanudación, el Barça salió decidido a asegurar el resultado, porque un 1-0, aunque el equipo contrario no fuera capaz de chutarle a Valdés ni una vez, siempre te puede dar un susto de corner, falta o de rebote. Por ello, los azulgrana, con la misma defensa de cuatro de la primera parte, apretaron el acelerador. No quería complicarse la vida pero, por momentos, el Barça jugaba con fuego. Aunque te lo puedes permitir si en tu alineación juega Messi. Por el centro, por la banda, ya sea la derecha o la izquierda, no para de intentarlo. Siempre vertical siempre a una velocidad más que los 21 jugadores restantes. Y en el 59, Messi volvió a rozar el cielo. Regate, dribling, escapada hasta la línea de fondo y ante la salida del portero, estrelló el balón al palo.
Tenía opción de pase, pero la jugada era tan maravillosa que se merecía acabarla él solo. No pudo y los azulgrana no conseguían matar el partido. Era cuestión de tiempo. Villa recuperó en el centro del campo, lanzó el contraataque, Messi no fu capaz de anotar, y el asturiano, que venía lanzado, cogió el rechace y puso el cierre. Tres puntos, alegría general y a pensar en el Sevilla el sábado.