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Obama trata de rescatar su plan de empleo

El mandatario confía en lograr que el paquete, que no recibió el "sí" del Congreso, pueda aprobarse por partes

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Al comenzar una gira por algunos de los estados que se prevén más disputados en las elecciones del 2012, el presidente de EE UU, Barack Obama, busca rescatar su fallido plan de creación de empleo y tratar de que esta medida, que no recibió el "sí" del Congreso, pueda aprobarse por partes.

Obama se ha desplazado primero a Carolina del Norte, un estado en el que se impuso en los comicios de 2008 pero que ahora, azotado por un índice de desempleo del 10,4% -superior a la media nacional del 9,1%-, amenaza con darle la espalda.

En su primer mitin en ese estado, que se ha celebrado en la ciudad de Asheville, el presidente ha defendido su plan de empleo, que fracasó la semana pasada en el Senado al no conseguir los 60 votos necesarios para su aprobación, y ha acusado a los republicanos de no querer ayudar a los estadounidenses normales y corrientes.

Para Obama es esencial lograr que salga adelante ese plan, en el que ha invertido buena parte de su capital político y de cuyo éxito puede depender su futuro electoral. Su proyecto es partir la ley original, que tiene un coste de 447.000 millones de dólares, e ir consiguiendo su aprobación componente por componente en el Congreso. "Quizás es que ellos (los republicanos) no podían entenderlo todo de golpe, se lo vamos a dar trocito a trocito", ha manifestado el presidente.

El primer componente, según ha declarado su portavoz, Jay Carney, será una ayuda de 35.000 millones de dólares a los estados, cuyas finanzas se han visto duramente golpeadas por la crisis, para que puedan contratar de nuevo a funcionarios -maestros y policías sobre todo- a los que se vieron obligados a despedir. De acuerdo con Carney, esta medida se podría presentar ante el Congreso "muy pronto". El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, podría anunciarla hoy mismo.

Pero el futuro de ese proyecto de ley es incierto. Para empezar, dado que la semana próxima el Congreso estará en receso, es muy probable que no se someta a votación hasta noviembre. Una vez se llegue a ese punto, no parece que los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, estén dispuestos a aprobarlo. Tampoco está claro que esta vez los demócratas sí vayan a tener los 60 votos necesarios en el Senado.

Reconectar con los votantes

Pero la gira en autobús de Obama no tiene como único objetivo promover su plan de empleo. También busca reconectar con votantes considerados clave de cara a los comicios de 2012. Entonces, tanto Carolina del Norte como Virginia se inclinaron a su favor; son dos estados conservadores y resultaron claves para que el presidente llegara a la Casa Blanca. Desde entonces, Virginia ha vuelto a inclinarse gradualmente del lado republicano en diversas convocatorias a las urnas y se presenta como uno de los estados donde la batalla electoral será más fuerte el año próximo.

Una encuesta difundida a comienzos de este mes por la Universidad de Quinnipiac indica que un 52% de los residentes en ese estado desaprueban la gestión de Obama, contra un 42% que la respalda. En Carolina del Norte, su aprobación también ronda el 42%.

El presidente estadounidense se encuentra actualmente en su nivel más bajo de popularidad en todo el país, en torno al 42%. Según un estudio del Centro Pew, incluso sufre reveses en un área donde hasta ahora había recibido un tratamiento favorable, los medios de comunicación.

Durante los últimos cinco meses, un período que el grupo de estudios independiente describe como la primera fase de la contienda electoral de 2012, y en la cual Obama es el único candidato del Partido Demócrata, el presidente ha recibido apenas un 9% de cobertura "favorable". En cambio, el 34% de la atención dada a Obama por los medios ha sido negativa.

El gobernador de Texas, Rick Perry, aspirante a candidato republicano en 2012, recibió por contra un 32% de cobertura positiva y un 20% de cobertura negativa en ese mismo periodo, aunque a medida que ha ido perdiendo fuelle también ha disminuido el favor de los medios.