Uno de los carteles de la campaña. / Archivo
estilo 'british'

¿Vuelve la 'Cool' Britannia?

Una campaña publicitaria que busca ensalzar en el exterior las virtudes británicas recibe críticas por ser "soberbia"

MADRID Actualizado: Guardar
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Las imágenes elegidas para los carteles son irreprochables: el retrato más conocido de Enrique VIII (por ende, el rey inglés más conocido), un concierto del festival de Reading, la parada de un guardameta en el partido Manchester City-Fulham… Historia, música, fútbol y siete fotografías más que representan lo mejor de Gran Bretaña, una vuelta a la nación moderna, guay, la 'Cool Britannia' que pregonaba quince años atrás el nuevo laborismo de Tony Blair. "Queremos invitar a todo el mundo (en sentido literal) a que disfrute de lo que podemos ofrecerle", aseguró el primer ministro británico, David Cameron, en Nueva York durante la presentación de la campaña GREAT (grande, en un juego de palabras con Great Britain), que así se llama este lavado de imagen que ha costado 100 millones de libras a los contribuyentes.

Pero ¿Gran Bretaña es realmente esto que queremos vender al resto de la humanidad?, se preguntan los británicos. ¿No habíamos quedado, hace apenas dos meses, cuando miles de jóvenes saqueaban y robaban en los comercios de las principales ciudades, en que se trataba de un país "roto"? "Los problemas sociales que hemos incubado durante décadas han explotado en nuestra cara", dijo solo unas semanas atrás el mismo primer ministro al que ahora se le cae la baba hablando de su patria. ¿No nos estaremos equivocando de país?

El debate está servido. Los defensores de la campaña, que pretende conseguir un beneficio para el país de mil millones de libras, destacan la importancia de continuar expandiendo el 'poder blando' británico. "Tenemos una de las marcas más poderosas en el mundo y queremos aprovecharla para conseguir exportar más y para atraer más turistas", explicó el secretario de Estado de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, Jeremy Hunt. Los publicistas recuerdan que 2012 puede ser un gran año para Reino Unido, que se convertirá en una referencia mundial por la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres y el 60 aniversario de la ascensión al trono de Isabel II. Los carteles solo contribuyen a asentar aún más esa imagen de liderazgo internacional de la que teóricamente Reino Unido disfruta.

Sin embargo, los críticos atacan por dos flancos. Unos recuerdan que el prestigio del país ha quedado maltrecho tras los incidentes de agosto. Otros, más allá, advierten de que los autores de la campaña han pecado de soberbios. "Intentamos decirle a la gente: 'los británicos somos los más talentosos del mundo. Genial. Iré a Reino Unido'. Vale, pero también tenemos otra opción: '¿Qué dices? Yo soy americano y nosotros somos mejores'", contó en el Times de Londres Patrick Barwise, profesor emérito de la Escuela de Negocios de Londres. O como escribe Stephen Bayley: "Hay algo indecoroso en decir de ti mismo que eres grande o en llamarte 'cool'. Son los demás los que tienen que decidir si tú eres 'cool"'.