polémico cierre

Niemeyer sale en defensa de su obra

El arquitecto pide en una carta que vuelva la actividad al centro que situó a Avilés como enclave turístico

RÍO DE JANEIRO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer ha escrito una carta de apoyo al centro cultural que lleva su nombre, inaugurado hace seis meses en Avilés y que ahora está amenazado de cierre. "Tengo esperanzas de que la decisión sobre su cierre o interrupción provisional de sus actividades sea revertida, prontamente olvidada", ha dicho el centenario arquitecto en una carta abierta difundida por medios brasileños.

Niemeyer ha afirmado que "lamentaría" el cierre del centro, que realizó "con el mayor cariño" y ha manifestado su apoyo al director de la Fundación gestora, Natalio Grueso. "Confío en que lo peor no ocurra y que Natalio y su equipo sean mantenidos al frente de la gestión de una obra que requiere entusiasmo, amor a la cultura y creatividad. Todos estos elementos siempre presentes en la valerosa gente de España", ha afirmado Niemeyer, según el texto de la misiva, reproducido en su integridad por la web del diario O Globo.

El arquitecto, conocido por haber diseñado los principales edificios públicos de Brasilia, ha definido a los actuales administradores del centro como "competentes y celosos de la integridad del proyecto". El Gobierno de la comunidad autónoma de Asturias denunció irregularidades en las cuentas de la Fundación gestora del centro, y se opuso a modificar los estatutos para ceder el control total a ese organismo, por lo que se baraja la suspensión de las actividades culturales.

De ideales comunistas, Niemeyer atribuye los problemas del centro cultural a "la crisis del capitalismo global decadente" que se cierne sobre Europa. Añade sobre el centro de Avilés que es uno de los "ejemplos recientes más expresivos" de su "esfuerzo" de sacar partido de las potencialidades del cemento armado y de defender "una arquitectura más libre y menos estandardizada". "Se trata, también, de la pérdida de un espacio fantástico para la promoción de eventos culturales de gran dimensión y del diálogo siempre fecundo entre los diferentes sectores (sin excluir la música y el cine), integrando las artes contemporáneas y la arquitectura", agrega.