pulso al gobierno de piñera

Batalla campal entre los estudiantes chilenos y la policía

Gases lacrimógenos, barricadas y calles cortadas son el saldo de la marcha no autorizada

SANTIAGO DE CHILE Actualizado: Guardar
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Una marcha de estudiantes no autorizada por el Gobierno chileno ha convertido el centro de Santiago en una batalla campal, donde los enfrentamientos entre agentes de Carabineros y jóvenes han dejado un reguero de gases lacrimógenos, barricadas, calles cortadas y comercios cerrados. Hasta pasado el mediodía hora local (15.00 GMT) se desconocía el número de detenidos en los incidentes.

Los jóvenes desafiaron la prohibición de la Intendencia (gobernación) de Santiago, que les había permitido iniciar su marcha desde la Universidad de Santiago y no desde la céntrica plaza Italia, y se reunieron en este punto neurálgico de la capital chilena.

Los propios dirigentes estudiantiles habían llamado a desobedecer la prohibición. "Todos en Plaza Italia a las 10.30 horas, no nos dejemos engañar, el Gobierno intenta desvirtuar nuestra demanda de gratuidad", escribió en Twitter la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo. Pero los Carabineros no tardaron en dispersar la marcha empleando carros lanza-aguas y lanzagases, así como uniformados montados a caballo.

La mayoría de estudiantes abandonaron de inmediato la concentración, pero muchos jóvenes respondieron lanzando piedras, levantando barricadas y destrozando mobiliario urbano en distintos puntos de la capital.

Cinco meses de desacuerdos

Los disturbios no se restringieron solo al distrito de Santiago Centro, sino que se extendieron hasta distintos puntos de la comuna (distrito) de Providencia, uno de los más acomodados de la capital, ajeno normalmente a este tipo de altercados. En la avenida Providencia, un grupo de jóvenes, algunos de ellos encapuchados, cortaron el tránsito e instalaron una barricada.

El nivel de violencia y la extensión de estos disturbios fue mayor al registrado en convocatorias anteriores. Tres horas después del inicio de los enfrentamientos, estos seguían activos en muchos puntos de la capital chilena.

Esta marcha frustrada se produce un día después de que los estudiantes rompieran el diálogo con el Gobierno al considerar que este no está dispuesto a garantizar la gratuidad de la enseñanza para el cien por ciento de los estudiantes. El presidente Sebastián Piñera se opone a la gratuidad total porque, según ha explicado, Chile no puede asumir ese gasto y porque no considera justo que con los impuestos que pagan los más pobres se financie también la educación de los más ricos.

Los estudiantes rechazan también un proyecto de ley presentado el domingo por el Gobierno que endurece las penas por desórdenes públicos e incluye nuevos delitos como el saqueo o las ocupaciones ilegales de centros educativos.

Los estudiantes mantienen desde hace casi cinco meses este pulso con el Gobierno para exigir una reforma del sistema impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet, que obliga a sus familias a asumir grandes deudas para pagar sus estudios, y para exigir una educación gratuita y de calidad.