Victoria mínima y liderato para el Barça
Los azulgrana derrotan al Sporting y obtienen su primer triunfo a domicilio en la Liga
Actualizado: GuardarPrimera victoria a domicilio en Liga, récord de Valdés (es el portero del Barça que más minutos ha jugado) y liderato. Triplete de ases para un Barça que a medida que avanza la temporada va cogiendo cuajo. Ni las bajas (Cesc, Afellay, Alexis e Iniesta, a las que hay que añadir la de Abidal) merman al equipo azulgrana, que a pesar de la estrechez del resultado, se deshizo con bastante suficiencia del colista de la Liga, el Sporting, que no está para tirar cohetes y que apenas inquietó a Valdés.
El técnico del equipo asturiano, Manolo Preciado, ya lo había avisado en la previa: "No me considero ni un amarrategui, ni un cagón, pero tampoco soy gilipollas". No plantó el autobús del Bate Borisov del miércoles pasado en la ‘Champions’, pero casi. Y el Barça, acostumbrado a llevar la manija y a que le den el balón, ha adquirido tanta experiencia en el trabajo de abrir defensas, que nunca pierde los nervios a la hora de descorchar una retaguardia cerrada.
"Tenemos que jugar con mucha cabeza y mucho control", reclamó Guardiola a sus hombres. Esa idea se tradujo en una alineación inédita, con tres defensas (Alves, Mascherano y Abidal), una línea de tres centrocampistas (Xavi, Busquets y Thiago) y cuatro arriba (Villa y Adriano en las bandas) y Messi y Pedro por libre. La posición de estos dos últimos era en ocasiones tan extraña (durante la primera parte, Pedro bajó en varias ocasiones hasta el banquillo para que Guardiola le aclarase su ubicación exacta) que lo mismo arrancaban desde la segunda línea, como se incrustaban entre los centrales, o caían hasta el medio centro, como a veces hacía Messi para sorprender con pases endiablados buscando la espalda de los defensas.
Tan cerrado arrancó el Sporting, que el Barça necesitaba mover a sus hombres de vanguardia. Pero este domingo no fue el día de ninguno de ellos. Ni Villa, que llevaba seis partidos seguidos marcando contra su amado Sporting, ni Messi, que lo intentó driblando, de falta, cayendo a la banda, por el centro, de todas las formas y colores y no tuvo suerte. Así que ante la falta de acierto, los azulgrana se limitaron a avanzar sus líneas, tocar, presionar y mover, a la espera de que aparecieran los huecos. No llegaron, porque el Sporting tiró el fuera de juego a la perfección. Pero un disparo lejano de Xavi, rebotó en el palo y el rechace lo agarró Adriano para anotar y cerrar el partido. Era el arranque de la primera parte, pero a los azulgrana, que adolecieron de una pizca de precisión, ya no les hizo falta más. Ni siquiera en la segunda parte, en la que el Sporting se estiró algo más e introdujo una pizca de agresividad a su juego.
El Barça parecía que jugaba con fuego, pero cuando un equipo no tiene su día lo que tiene que hacer es jugar a asegurar. Una jugada en el minuto 85 certificó que el Barça iba en plan práctico. Thiago conducía una contra hasta la medular del campo asturiano y, cuando se disponía a incorporarse al ataque, recibió una indicación desde la banda para que mantuviera la posición. El Barça se veía incapaz de cerrar el partido, pero por lo menos no quería cometer los despistes de Anoeta o el Camp Nou ante el Milan. Fútbol control y tres puntos en uno de esos campos donde los entrenadores dicen que se ganan y se pierden los campeonatos.
El único pero azulgrana fue la lesión de Abidal. En Can Barça empiezan a estar con la mosca detrás de la oreja. Aunque Guardiola diga que no hay que preocuparse, el francés tuvo que retirarse del campo por problemas musculares, igual que Cesc, Adriano, Alexis e Iniesta, y existe un cierto temor sobre la preparación física del equipo.