Música

Bloc party, ¿se acabó la fiesta?

La formación de Reino Unido anunció primero el despido de su cantante y después lo negó

MADRID Actualizado: Guardar
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Hace unos días Kele Okereke, hasta el momento cantante y guitarrista de Bloc Party, iniciaba un culebrón del que aún estamos esperando desenlace. El vocalista dejaba caer en el New Musical Express, el afamado semanario inglés, que podría haber sido expulsado de la banda. “No sé qué es lo que está pasando porque no hemos hablado recientemente y me da miedo preguntarlo”, adelantaba. Lo cierto es que la carrera de la banda se detuvo en 2008, con la publicación de 'Intimacy'. Desde entonces tan sólo han editado alguna que otra canción suelta y Okereke ha aprovechado para lanzar un primer trabajo en solitario, 'The Boxer', al que espera dar continuidad en octubre con el EP 'The Hunter'.

Pues bien, el artista comentaba en las páginas de la revista que estaba almorzando hace unas semanas en la Octava Avenida neoyorquina cuando vio pasar a alguien a su lado y reconoció un corte de pelo. “Era Russell. Saludé, pero no me vio y le seguí hasta la esquina y entonces vi a Matt y a Gordon. Los tres entraron en el local de ensayo”, explicó.

Días más tarde sus temores se confirmaban. El guitarrista Russell Lissack, el bajista Gordon Moakes y el batería Matt Tong confirmaban al mismo magazine que habría una audición para contratar a otro cantante: “No es un secreto, en realidad, porque Kele ha estado muy ocupado haciendo cosas en solitario y parece que le va a llevar más tiempo. El resto de nosotros tres quería quedar y hacer música. Hablamos sobre hacer algo sólo instrumental, pero ahora necesitamos a un cantante también, para sacar música de verdad y hacer algunos conciertos”.

Kele aprovechaba desde su Twitter para comentar que la noticia le había dejado boquiabierto pero se permitía hacer bromas al respecto: "Espero que, al menos, me llamen para hacer de jurado en esas audiciones", comentaba.

Parecía definitivo. Sin embargo, apenas unas horas después, el grupo negaba tajantemente haber hecho esas declaraciones y en Internet numerosas voces comenzaban a apuntar hacia una posible manipulación por parte de la revista. Acto seguido, el NME publicaba el audio íntegro de la conversación para acallar los rumores. Todo parece haber sido una maniobra publicitaria pero dado lo burdo de la historia ¿les saldrá bien?