Imputados cuatro médicos y dos enfermeras por la muerte de un bebé
La familia de la niña fallecida asegura que los profesionales se resistieron durante horas a practicar la cesárea a la parturienta
CALELLA Actualizado: GuardarEl Juzgado de Instrucción de Arenys de Mar (Barcelona) ha imputado por delito de homicidio por imprudencia profesional a cuatro médicos y dos enfermeras por la muerte de un recién nacido en el Hospital de Calella (Barcelona) el pasado 16 de agosto, han confirmado hoy fuentes judiciales.
El juez ha citado a declarar el próximo 7 de octubre a una ginecóloga, un cirujano, un anestesista, una comadrona y una enfermera del centro hospitalario, así como a un ginecólogo del Centro de Asistencia Primaria de Canet de Mar (Barcelona) que hacía el seguimiento de la madre. Los cuatro médicos son extranjeros, por lo que el juez les ha pedido que presenten la homologación de sus títulos en España.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 16 de agosto, cuando después de más de quince horas de hospitalización, Vanesa F.S. dio a luz a un bebé que murió pocos minutos después. El parto fue por cesárea pero, según denuncia la familia, los médicos intentaron que el parto fuera natural a pesar de que había informes médicos del CAP de Canet de Mar que lo desaconsejaban.
La familia de la niña fallecida asegura que los profesionales se resistieron durante horas a practicar la cesárea a la parturienta, pese a que los médicos que habían hecho el seguimiento del embarazo ya había advertido de que no podría tener un parto vaginal porque el bebé tenía macrosomía o crecimiento excesivo.
Por su parte, la Corporación de Salud del Maresme y la Selva, de la que depende el Hospital de Calella, emitió en su momento un comunicado en el que aseguró sólo que la parturienta fue atendida por el equipo de guardia obstétrica y se le tuvo que practicar una cesárea urgente.
Error informático
Según el comunicado del Hospital, el bebé no respondió a las maniobras de reanimación y resaltó que también iniciaba una investigación interna para esclarecer los hechos.
Se da la circunstancia de que días más tarde de la muerte del recién nacido, el Hospital de Calella envió una carta a nombre del bebé fallecido a la familia, en la que pedían su número de la Seguridad Social. Fuentes del centro aseguraron que se trataba de "un error informático" y se pusieron en contacto con la familia para pedirle disculpas.