30 'okupas' detenidos en el desalojo de un centro de jóvenes en Bilbao
Una persona ha sido trasladada con heridas leves al hospital y varios vehículos particulares han sufrido daños en los altercados en la calle
BILBAO Actualizado: GuardarEl operativo policial encargado del desalojo del centro de jóvenes de Kukutza, en el barrio bilbaíno de Rekalde, ha logrado vaciar el local hacia el mediodía de hoy y han sido trasladados a dependencias policiales la treintena de personas que estaban dentro del edificio. Los agentes están procediendo a tapiar los accesos al edificio con ladrillos. Además, al menos, se ha registrado una rotura de lunas en un autobús que circulaba por la zona, según ha informado el Departamento vasco de Interior.
El departamento vasco de Interior ha informado de que el edificio, utilizado desde hace años como gaztetxe (centro de jóvenes) y cuyo derribo ha autorizado el Ayuntamiento de Bilbao y ordenado un juez, ha quedado desalojado después de que los agentes trasladaran a la treintena de personas que lo ocupaban a dependencias de la Ertzaintza "para realizar las diligencias" policiales correspondientes. Según las mismas fuentes, "una de las personas que han sido identificadas" dentro del edificio del gaztetxe en el momento del desalojo ha tenido que ser atendida en el Hospital de Basurto. Según fuentes del gaztetxe, al menos 25 personas habrán sufrido lesiones. Según han manifestado fuentes vecinales, al ambulatorio han acudido "decenas de personas esperando ser atendidas por contusiones".
Además, Interior ha explicado que los agentes de la Ertzaintza han tenido que realizar varias cargas durante los incidentes registrados en el exterior del edificio que estaba siendo desalojado y que en esos disturbios se han llevado a cabo siete detenciones. Pasado el mediodía, en la zona continuaban algunas cargas de la Ertzaintza y carreras de personas que protestaban por el desalojo de este local juvenil.
El desalojo del gaztetxe de Kukutza acaba de finalizar. La Ertzaintza ha alcanzado la azotea del edificio sobre las 10:30 horas, donde, al parecer, quedaban 25 de las 50 personas que han pasado la noche en su interior. En estos momentos, según ha podido saber elcorreo.com se van a tapiar todas las puertas de acceso al edificio, por lo que parece que el derribo no será inminente. Representantes de la Asociación de Vecinos Rekaldeberri han pedido la "suspensión cautelar del derribo" en el Juzgado Contencioso Nº5 de Bilbao.
Detenidos e incidentes
Una treintena personas han sido detenidas por desórdenes públicos en los incidentes registrados en el exterior del gaztetxe bilbaíno de Kukutza. Una persona ha sido trasladada con heridas leves al Hospital de Basurto, mientras que varios vehículos particulares han sufrido daños en los altercados en la calle, según ha informado el Departamento de Interior. El Gobierno vasco también ha indicado que, cuando se ha procedido al desalojo por orden judicial, algunos individuos "han hecho sonar una alarma y han lanzado cohetes para que fuese más gente" y, de este modo, "dificultar la labor".
Un espectacular despliegue policial mantiene acordonado el pabellón sobre el que pendía una orden de derribo. La Policía Autónoma Vasca ha practicado al menos siete detenciones durante el desalojo, que se ha llevado a cabo con numerosos incidentes y cargas policiales. Las identificaciones han tenido lugar dentro y fuera del edificio y uno de los identificados ha sido trasladado al Hospital de Basurto con heridas de carácter leve.
Debido a los graves incidentes que se están registrando en las inmedicaciones de la antigua fábrica, todos los accesos a Rekalde están cerrados por lo que varias líneas de Bilbobus se ven obligadas a modificar su recorrido. Además, un centro de día y otro de Formación Profesional, próximos a Kukutza, han tenido que cerrar hoy sus puertas.
Sobre las cinco de la madrugada, efectivos de la Policía Autónoma han iniciado esta operación. Según ha informado la Ertzaintza, las personas que estaban dentro del inmueble han respondido con lanzamiento de objetos y piedras contra las patrullas desplazadas hasta el lugar y han cruzado contenedores en la vía pública, lo que ha sido respondido con cargas policiales. La Ertzaintza ha arremetido en varias ocasiones contra la multitud y fuentes que dicen hablar en nombre de Kukutza aseguran que en el interior del edificio, donde pasaban la noche más de una decena de personas, había "heridos" por la actuación policial.
El Departamento de Interior también ha apuntado que, al acceder al gaztetxe se han encontrado objetos cruzados a modo de barricada y que, en el exterior, algunas de las piedras lanzadas han alcanzado vehículos particulares.
Resistirse al desalojo
Portavoces de Kukutza, por su parte, han denunciado que, a las 5:30 horas de la mañana ha llegado la policía al barrio de Rekalde "con una actitud muy violenta cargando contra los vecinos de Rekalde dando palizas y cada vez son más los heridos, para dar paso al desalojo que hará posible el derribo de Kukutza III".
También han confirmado su voluntad de resistirse al desalojo, responsabilizando de lo que pueda ocurrir a 'Cabisa SA, el Ayuntamiento de Bilbao y el Departamento de Interior del Gobierno vasco' e insistiendo en su voluntad de alcanzar una solución dialogada.
Asimismo, han hecho un llamamiento a toda la ciudadanía para que acuda a Rekalde y al Ararteko "para que se persone inmediatamente a fin de que Alguien garantice la seguridad de los encerrados y los vecinos".
Trece años ocupado
La antigua fábrica de maquinaria industrial de Rekalde cumplió el 5 de agosto 13 años ocupada. "Nunca pensamos que íbamos a llegar tan lejos", reconocían los miembros de Kukutza que han convertido el tercer gaztetxe del barrio -los dos anteriores fueron desalojados- en un icono cultural. Arquitectos, políticos, profesores universitarios, músicos, intelectuales y personalidades de todo el país han apoyado públicamente su supervivencia.
El edificio donde se ubica el gaztetxe estaba en desuso y fue ocupado por vecinos que desarrollaron diversas actividades culturales en su interior hasta que el propietario decidió recuperar la parcela y construir pisos. El Ayuntamiento ofreció a estas personas el traslado a otro edificio en régimen de alquiler y, por tanto, dentro de la legalidad, además de contar con apoyo financiero municipal. La oferta fue rechazada.