Soldado reclama su sitio
El árbitro no vio una mano de Rami, un penalti sobre Diego y erró en un gol de Piatti anulado por fuera de juego
Actualizado: GuardarDe dos equipos impredecibles solo se puede esperar la incertidumbre. Por mucho que se empeñen los ordenados Unai Emery y Gregorio Manzano, el Valencia y Atlético tienden a la dispersión y gran parte de azar decidirá el trayecto de su temporada. Así, el primer encuentro entre ellos sirvió para apuntar posibles futuros y apuntes que deben confirmarse durante el resto de la campaña. El primero, que ambos cuentan con dos delanteros centro de alto nivel.
Soldado, un ariete completo y con olfato de gol enseñó al palco en el que estaba Vicente del Bosque, seleccionador español, su momento de forma y cualidades para que esté en la Eurocopa. Solo Courtois retrasó su gol en el encuentro con varias intervenciones porque Domínguez facilitó en numerosas ocasiones la llegada de valencianistas al área. Debió de esperar a la segunda parte con una llegada del voluntarioso Miguel para cabecear a gol. Un tanto que refrendó su valor como el futbolista con más nivel en el césped de Mestalla.
En el otro lado Falcao mostró su alta cualificación como delantero centro: concentrado, lanzador constantes de demarques, capaz de proteger el balón como si fuera su hijo y ambicioso de cara a portería. Solo la ausencia de un balón en el área le impidió certificar su puntería garantizada. Todo lo contrario que sus compañeros Adrián y Gabi, quienes contaron con las mejores ocasiones pero apenas exigieron intervenciones de calidad a Guatia.
Pero en el duelo que se libraba más allá de los delanteros cada tiempo fue para un equipo. En los primeros minutos el Valencia dominó y un fuera de juego erróneo evitó el gol de Piatti. En la segunda mitad, el tempranero tanto de Soldado cambió los roles de los rivales. Emery envió a sus futbolistas a guarecerse a su campo y el Atlético adquirió la iniciativa. Entonces el árbitro no señaló penalti cuando Rami agarró un balón con su mano dentro del área ni cuando el central empujó a Diego en una internada en el área. El brasileño dio otra cara al partido con su verticalidad, pero fue insuficiente ante una zaga en la que el más aplicado fue Miguel Brito con su claro deseo de redención.
A falta de sanciones y los clásicos elementos inesperados el partido careció de ingredientes para enloquecerse como se esperaba de ambos rivales. Faltos de energía y de forma la presión del Atlético resultó insuficiente para exprimir a los defensas desperdigados del Valencia. Imprecisiones, tropiezos y errores frecuentes cerraron el partido.
El equipo de Emery repitió victoria complicada en casa pero acumula un colchón de confianza. El Atlético, por su parte, se marchó de Mestalla con una derrota fruto de su comienzo asustadizo y de sus malas elecciones en ataque. Porque el balón no llegó a Falcao, sino a Soldado. Y el español inclinó la balanza del duelo y reclamó su status en el actual fútbol español para beneficio de su equipo.