Detalle de la gráfica que muestra la evolución en la jornada de hoy del principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35. / Efe
Mercados | Madrid

El Ibex vive un nuevo 'viernes negro' al desplomarse un 4,44%

Cierra la semana en 7.910,2 puntos, tras una jornada en la que se ha dejado las ganancias acumuladas en las dos últimas sesiones

MADRID Actualizado: Guardar
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La decepción era patente en los mercados de renta variable europeos después de haber escuchado las palabras tanto del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, que volvió a emplazar al mercado a la reunión del 20 y 21 de septiembre, en la que se decidirá sobre nuevas medidas de estímulo.

Tampoco el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, entusiasmó con su discurso, pese a detallar su plan para crear empleo. O bien el mercado cree que es demasiado poco ambicioso. O bien es que no confía en que se apruebe, dado que los republicanos no se muestran demasiado colaboracionistas.No había demasiada confianza, pues, en las palabras de los dos hombres más poderosos de Estados Unidos. Tampoco en el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en cuyo discurso al término de la reunión ordinaria de política monetaria, dio a entender que no subirá los tipos de interés, pero sin anunciar ninguna medida más.

Al escepticismo de las todavía tibias medidas de los principales mandatarios -quizá hubiera alguna declaración al término de la reunión del G-7 coordinada y más contundente, pero no se tenía constancia real de ello-, se unía el nerviosismo más que razonable sobre lo que ocurriera con Grecia. Porque había intensos rumores sobre su inminente quiebra. Incluso para este mismo fin de semana, debido a que llega la fecha límite para que los acreedores privados del país acepten su colaboración en el plan de rescate. El Gobierno griego había condicionado su aceptación a que un 90% de ellos firmaran el acuerdo. Pero durante la jornada trascendió que apenas un 75% de ellos lo habían aceptado. Los rumores sobre el "default" griego se intensificaron, además, porque Alemania informó de que ya tenía preparado un plan de contingencia para ayudar a sus entidades financieras en caso de que así fuera.

De ser así, tendría muchos paralelismos con lo que sucedió hace tres años: un fin de semana de septiembre y una gran quiebra. En 2008, Lehman Brothers. En 2011, Grecia. Pero el Ministerio de Finanzas heleno emitió un comunicado negando la inminencia de la quiebra. Argumentando que esos rumores están dirigidos a desestabilizar al euro. Además, aseguró que el país está decidido a cumplir con todos sus compromisos. Así las cosas, la prima de riesgo de la deuda griega se disparó.Sobre todo en sus plazos más cortos. Pero también la de Portugal. Y sus seguros contra el impago (CDS's).

Las deudas de Italia y España no fueron inmunes. La prima de riesgo de la deuda del país trasalpino subió hasta el 3,64%, desde el 3,40% de la jornada anterior; mientras, la prima de riesgo de los bonos españoles a diez años se amplió hasta los 338 puntos básicos desde los 316 del jueves. A ello contribuyó, y mucho, la huida del dinero miedoso al refugio del bono alemán, cuya rentabilidad bajó del 1,86% hasta el 1,76%, otro mínimo histórico.También se redujo con gran intensidad el interés de los bonos americanos a diez años: al término de la sesión en Europa se coloca en el 1,93%.

Por si no fuera suficiente con todos estos frentes abiertos que tenían los mercados, a los que se unía la banca, cayendo a plomo, alrededor de las tres de la tarde comenzaron a surgir los rumores sobre la posible dimisión del economista jefe del Banco Central Europeo, Jürgen Stark, por su oposición a la compra de bonos periféricos por parte de la autoridad monetaria europea, haciendo patente la división interna existente en el seno del Banco Central Europeo. Los rumores se hacían realidad y el BCE emitía una nota de prensa en la que informaba de la dimisión en la que Stark habría alegado motivos personales.

El euro, que ya caía con cierta intensidad con respecto al dólar, intensificó sus descensos, hasta su nivel más bajo desde febrero. Fue perdiendo el nivel de 1,39, 1,38 y 1,37. Al cierre de la sesión en Europa, se cambiaba por 1,3665 unidades de billete verde. Y ello provocó a su vez, una intensa corrección en el precio del crudo.

Mientras, el oro, al cierre de la sesión, se cambiaba por alrededor de 1.860 dólares por onza.En el mercado, lo que parecía haber era una huida de los activos de riesgo para protegerse de la posibilidad de una quiebra de Grecia este mismo fin de semana.

Escabechina en las Bolsas

Así, en las Bolsas hubo una verdadera escabechina. El Ibex-35 retrocedió un 4,44%, para dar un último cambio en los 7.910,20 puntos, otro mínimo anual, con lo que ya acumula unas pérdidas del 19,76%. Sólo le superó el Ftse Mib de Milán en pérdidas: cayó casi un 5%. Mientras, el Dax alemán se dejó un 4,04%, el Cac 40 francés, un 3,60%, el PSI-20 de Lisboa, un 2,50%, y el Ftse 100 británico, un 2,35%.En el Eurostoxx 50, fueron especialmente destacadas las pérdidas sufridas por el sector financiero: Société Générale cayó un 10,58%; Unicredito e Intesa, más de un 8%; BNP Paribas, Axa, Crédit Agricole y Deutsche Bank, más de un 7%.

En el selectivo español, el valor que más cayó fue ArcelorMittal, con un descenso del 7,59%. Esta compañía se ha convertido en el mejor termómetro para medir el miedo a una posible recesión. A continuación, BBVA, que perdió un 6,62%. IAG, Gas Natural y Endesa retrocedieron poco más de un 6%. Varios valores cayeron más de cinco puntos porcentuales. Entre ellos, dos de los grandes: Iberdrola, que perdió un 5,74% y Santander, que retrocedió un 5,69%.El resto de los "blue chips" también sufrieron pérdidas importantes: Telefónica cayó un 4,32% y Repsol, un 2,51%.

Y las otras entidades financieras cayeron con fuerza: el Popular, casi un 5%, Bankinter, un 4,18%, el Sabadell, un 3,81% y CaixaBank, un 2,36%.Ninguna compañía del selectivo español cerró la sesión en positivo. Grifols fue la que mejor lo hizo, pero retrocedió un 0,66%. Sólo otro valor del selectivo perdió menos de un punto porcentual: fue BME, que cayó un 0,82%. Entre un 1% y un 2% perdieron Ebro, Inditex, Amadeus e Indra.

Fuera del Ibex, Antena 3 fue el peor valor, con un recorte del 8,03%.En el otro lado de la tabla, Enel Green Power fue el valor más rentable, con una revalorización de casi un 7%, seguido de Montebalito y Nicolás Correa, que subieron alrededor de un 5,4%.