Patricia Cornwell, precursora de series como 'C.S.I.', gana el RBA de novela negra
"El origen de la maldad está en el abuso de poder", según la escritora estadounidense
BARCELONA Actualizado: GuardarMucho antes de que Grissom sentara cátedra en la investigación criminal en la serie CSI, la forense Kay Scarpetta ya se dedicaba a resolver casos casi imposibles. El personaje nació en 1990 y dos décadas y 19 novelas después por fin ha recibido el reconocimiento en España. Su creadora, Patricia Cornwell (Miami, 1956), se ha impuesto en la quinta edición del Premio Internacional de Novela Negra RBA, fallada este jueves en Barcelona. Con 'Red Mist', Cornwell se lleva 125.000 euros, el galardón mejor dotado económicamente en el género negro.
La novela reflexiona sobre el choque de inteligencias, la del ser humano y la de las máquinas. "En todos los libros anteriores, Kay usaba lo más puntero de la técnica para resolver sus casos. Por primera vez le pongo sola ante la situación, para que actúe su mente", explica la autora. La puesta en escena es de lo más significativa: Scarpetta aparece sola en una furgoneta vieja y cochambrosa en un pueblo perdido de Georgia, en la América profunda. ¿Y ahora qué hago, por dónde empiezo la investigación? se plantea la protagonista. Deberá resolver los asesinatos cometidos supuestamente por una reputada científica o el brutal crimen de un adinerado matrimonio de Savannah. Se trata de una novela "cruda", en la que hay una retahíla de asesinatos, abusos sexuales y patologías, la mayoría de ellos perpetrados por mujeres.
La elección no es baladí para la escritora norteamericana. "Las mujeres son más malvadas", asegura. Para argumentar su afirmación, Cornwell relata que en una ocasión visitó a un y a una asesina en serie que estaban en el corredor de la muerte y que tras hablar con ellos tuvo claro que si tenía que morir prefería que su ejecutor fuera el hombre. "Un criminal suele ser más sádico desde el punto de vista físico, pero las mujeres suelen usar otros medios", relata. "Una asesina en serie que mata con venenos siempre suele ser mujer y doy fe que una muerte por envenenamiento es lo más cruel que hay porque es lenta y dolorosa", añade. "Las mujer es más inteligente y su forma de matar siempre es peor porque sabemos cómo hacer sufrir", remata. En cualquier caso, no cree que el género sexual esté en el origen de la maldad, sino el abuso de poder. Lo sabe porque como quien dice fue cocinera antes que fraile. Cornwell se inició en el mundo de las vísceras como periodista de sucesos. "Siempre que iba a la escena del crimen me preguntaba qué pasaría luego con el cuerpo", recuerda. "Empecé a estudiar sobre ciencia forense, añade, porque el cuerpo es lo más importante que tiene la investigación".
En cambio, considera que cuando se produce un crimen, se trivializa a la víctima. "Nos olvidamos de ella, ya que nos obsesionamos con el asesino", apunta. Ella, por el contrario, siempre ha optado por ponerse en el punto de vista de la víctima. Y para saber qué ha pasado, la protagonista siempre elegirá antes estar en la sala de autopsias que en el penal hablando con el asesino. "Mi perspectiva en este género es compasiva", resume.
Cambios por la tele
Desde esta posición, Scarpetta y Cornwell fueron pioneras en el por entonces inexplorado campo de la criminología forense, que con posterioridad alcanzó éxitos masivos de público en series de televisión como 'C.S.I.' o 'Bones'. Ella no reniega de la televisión, que se permite más licencias que la novela, dice, pero la proliferación de productos televisivos centrados en los procedimientos forenses de la morgue le han obligado a que su protagonista se concentre en otros temas. "Hasta ahora lo sabía todo a nivel técnico, pero en el último caso lo más importante es lo en qué piensa: su instinto", señala. Y con esta intuición, Patricia Cornwell, que sabe como desenredar embrollos que parecen imposibles de resolver y que se declara amante de Hemingway y García Lorca y mala lectora de novela negra, lanza un consejo a los políticos: "Que sigan las lecciones del Quijote: no se metan en líos donde nadie les llama".