La maldición del poker español continúa

Una vez más volvió a suceder. La maldición que pesa sobre los jugadores españoles en el European Poker Tour (EPT) continúa. El circuito de poker más prestigioso del Viejo Continente se escapó de nuevo. La oportunidad era histórica: cuatro jugadores españoles conseguían alcanzar la mesa final. Además de optar al ansiado título, la masiva participación hizo posible un bote de más de cuatro millones de euros de los cuales 850.000 estaban destinados al ganador. La ocasión era inmejorable ya que esta octava edición disputada en Barcelona batió records. 811 personas desembolsaron los 5.300 euros que costaba la inscripción. Esta cifra supuso que este EPT se haya convertido en el torneo de poker más numeroso disputado jamás en España.

El tercer puesto de Santi Terrazas en 2009 y la segunda posición lograda por Jesús Cortés el año pasado hacían presagiar que en esta edición no se escaparía la victoria. Más si cabe cuando se conoció el dato de jugadores españoles participantes. Un total de 112 compatriotas batieron otro récord y se dieron cita en las mesas situadas en los lujosos salones del hotel Arts, lugar elegido por la organización para la disputa del torneo.

Ante la inmensa participación de jugadores nacionales se esperaba que por primera vez dos españoles alcanzaran la mesa final de un EPT. Los jugadores españoles no defraudaron y el guión transcurrió incluso mejor de lo previsto. Cuatro españoles se plantaron en la mesa final lo que supone un hito para el poker nacional. Entre los finalistas, dos de los considerados mejores jugadores de torneos españoles, Tomeu Gomila, 'Amatos', y Raúl Mestre. La historia esta vez sí parecía que iba a cambiar. Nada más lejos de la realidad. Tras una serie de jugadas encontradas e infortunios de todo tipo el EPT se escapaba una vez más. Después de ocho temporadas y más de 70 torneos disputados en todos los rincones de Europa la maldición continúa y el EPT seguirá, de momento, virgen de triunfo español. La victoria fue a parar a las manos de Martin Schleich pero la magnitud del logro conseguido se valorará con el paso el tiempo ya que va ser muy complicado que se repita en el futuro.