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Los guardias civiles denuncian una purga de Interior contra la AUGC

La Dirección General comunica la pérdida de destino de dos cargos de la asociación y sanciona con 24 meses de empleo y sueldo a otros dos

MADRID Actualizado: Guardar
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La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil comunicó este viernes la pérdida de destino a dos dirigentes de la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC), el secretario general Alberto Moya y el secretario de organización José Antonio Agudo, dentro de los expedientes abiertos por realizar diferentes declaraciones a los medios de comunicación en relación a diversas acciones de protesta llevadas a cabo por el colectivo en los últimos meses.

La sanción de pérdida de destino es la más dura de cuantas podía proponer la Dirección General, debido a que los dos dirigentes de la AUGC – un asociación que suma 31.000 afiliados- ya habían acumulado diferentes faltas leves que el pasado 11 de agosto derivó en la apertura de un expediente sancionador por falta muy grave.

En el caso del agente Alberto Moya por hacer declaraciones criticando a la Delegación de Gobierno de Madrid por prohibir la manifestación prevista para el 18 de septiembre de 2010 y a su compañero José Antonio Agudo por conceder una entrevista radiofónica y otra televisiva sobre la huelga de ‘bolis caídos’ que llevaron a cabo los agentes de Tráfico de la Guardia Civil en mayo de 2010.

Por estos mismos hechos también han sido sancionados con dos años de empleo y sueldo dos responsables de la AUGC de Ciudad Real, Antonio Moreno y Jesús Culebra, por un reportaje aparecido en la revista ‘Interviú’ hace un año. A Antonio Moreno le proponían inicialmente siete meses de empleo y sueldo.

Estas sanciones llegan por la eterna lucha de la AUGC por ampliar su abanico de derechos asociativos y las restricciones que impone la Dirección General a las declaraciones públicas. El colectivo denuncia que Interior ha dejado el instituto armado en manos de “37 generales con ganas de venganza y con muchas ganas de cobrar cabezas las cabezas de aquellos que durante los últimos diez años han luchado por democratizar este cuerpo”.