«Gadafi está convencido de que nunca le encontrarán»
Kirsán Iliumzhínov, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, se reunió con el coronel el 12 de junio y habló el martes con él
MOSCÚ Actualizado: GuardarKirsán Iliumzhínov, actual presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), es uno de los miembros de la elite rusa más llamativos. Durante 17 años ocupó el cargo de responsable de la República de Kalmikia (a orillas del Mar Caspio y fronteriza con Daguestán), puesto que dejó el año pasado por voluntad propia. Profesa el budismo y sostiene haber mantenido contactos con extraterrestres. Hace dos meses y medio, el 12 de junio, se entrevistó en Trípoli con Muamar Gadafi y jugaron una partida de ajedrez. El contenido de la última conversación entre ambos, mantenida hace tres días por teléfono, tuvo una gran difusión en los medios del planeta.
-¿Cuándo conoció a Gadafi?
-En el año 2003, cuando organizábamos el campeonato mundial de ajedrez en Libia. Se decidió finalmente que la competición se celebrara en Trípoli y tuvo lugar a un nivel muy alto. Participaron 128 jugadores procedentes de 56 países.
-¿Ha jugado al ajedrez con el coronel?
-Sí, en su ciudad natal.
-¿Qué tal juega?
-Está justo empezando a familiarizarse, pero juega normal. La mayor parte de nuestras partidas suelen acabar en tablas, que es la forma más diplomática.
-¿Se puede decir que Gadafi está ahora en posición de jaque mate?
-No lo creo. Luchará hasta el final. Hay que comprender que cuenta con auténtico apoyo entre los libios. Yo estuve allí y lo pude ver con mis propios ojos. Y todo el mundo sabe que se está distorsionando la situación debido a la guerra informativa que le han declarado internacionalmente.
-¿Qué le dijo durante la reciente conversación que mantuvieron?
-Yo estaba en mi coche cuando sonó el teléfono. Respondí y se puso su hijo Mohamed, que es presidente del Comité Olímpico libio.
Me quedé realmente sorprendido. Me dijo, tratándome de tranquilizar, que lo que decía casi toda la prensa mundial sobre que Gadafi había sido detenido y encerrado en prisión no era verdad. Me dijo también que fuerzas especiales de la OTAN habían intentado penetrar en Trípoli, pero fueron repelidas.
-¿Pero habló con Gadafi?
-Sí, efectivamente. Mohamed me dijo que tenía a su padre al lado y le pasó el teléfono. El líder libio me habló en árabe y, al final, me dijo gracias en inglés. Mohamed volvió a coger el auricular y me tradujo todo lo que había dicho su padre. Primero, dio las gracias a todas las personas que se han solidarizado con su pueblo en momentos tan difíciles y aseguró que continúa en Trípoli y que sus fuerzas están consiguiendo «expulsar a las ratas de la ciudad». También expresó su convencimiento de que logrará la victoria y que nunca localizarán su paradero. Finalmente, prometió volverme a llamar más tarde.
-¿Intercedería ante el Kremlin para que le den asilo político en Rusia?
-Ni siquiera lo había pensado. Gadafi me dijo que Libia es su patria. No hace mucho perdió allí a su hijo de 29 años, a dos nietos de dos años y a una nieta de cuatro meses. Todo durante los bombardeos de la OTAN. Me dijo que nunca abandonará su país.