Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Bernanke decepciona pero da esperanzas

El Ibex cierra con un recorte del 1,37% en una jornada marcada por las palabras del presidente de la Reserva Federal

MADRID Actualizado: Guardar
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Llegó el esperadísimo día del discurso del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole. Durante gran parte de la semana, los mercados habían cotizado la posibilidad de que anunciara una QE3 ('quantitative easing 3') o nueva ronda de alivio cuantitativo o, mejor, nuevo programa de compra de bonos. Pero, una vez más, la historia demostró que no se repite y que, dado el caso, sólo rima. El año pasado, Bernanke aprovechó ese foro para anunciar el segundo programa de ese tipo y muchos inversores esperaban que este año ocurriera lo mismo. No ha sido así. Pero el mercado comienza a intuir que, quizás, ocurra en la reunión ordinaria de política monetaria del 20 de septiembre. Hay razones para pensar que puede ser así: el presidente de la Fed adeltantó que esa reunión será de dos días y no de uno, por lo que terminará el día 21. Los miembros del comité abierto de la Fed tienen mucho que discutir sobre la conveniencia de nuevos estímulos. Además, parece que hay muchas discrepancias en el seno del banco central estadounidense.

La primera respuesta al discurso de la Reserva Federal fue muy mala en Bolsa. Los mercados europeos profundizaron sus descensos y lo mismo hizo Wall Street. Pero parecieron recuperar el ánimo a la vista de y con la esperanza en los estímulos que pueden llegar a finales de septiembre. Quizás Bernanke necesita más tiempo y más argumentos en forma de datos económicos, sobre todo de empleo e inflación, para poner en marcha nuevas medidas. De hecho, al término de la sesión europea, los índices de Wall Street subían con fuerza. Y los indicadores europeos redujeron drásticamente los fuertes descensos que sufrían. También es cierto que los inversores pudieron hacer otra lectura: es posible que la economía no esté tan mal, porque si Bernanke no está poniendo en marcha su helicóptero... Lo malo es que los datos macroeconómicos que hoy se conocieron no dan mucho lugar a la confianza en que la economía pueda continuar adelante por sus propios medios. Así, de acuerdo con la segunda revisión del PIB del segundo trimestre, la economía americana creció a un ritmo del 1% anualizado, una décima menos de lo esperado. Al menos, el consumo de las familias se aceleró un 0,4%, dos décimas por encima de lo esperado. El índice de confianza de los consumidores que elabora la Universidad de Michigan mejoró, pero menos de lo previsto.

El peor parado

En toda esta historia, el peor parado fue el Ibex-35 que, al cierre, retrocedía un 1,37% y daba un último cambio en los 8.185,50 puntos. El resultado pudo haber sido mucho peor, dado que el indicador tocaba mínimos intradiarios en los 8.031 puntos pasadas las cuatro de la tarde. Mientras, el Cac 40 francés y el Ftse Mib de Milán perdieron alrededor de un 1%, el Dax alemán, un 0,84% y el PSI-20 de Lisboa, un 0,74%. El mejor de todos fue el Ftse 100 británico, que terminó la sesión prácticamente en tablas.

En el selectivo español, únicamente tres valores cerraron la sesión al alza: Amadeus, que ganó un 0,57%, Gamesa, que se apuntó un 0,26%, y el Popular, que subió un 0,14%. Entre los mejores, pero ya en rojo, OHL, que cedió un 0,12%, además de BME, que perdió un 0,32%, o Abertis y el Sabadell, que cayeron poco más de un 0,4%. Grifols, Repsol YPF y Gas Natural fueron los otros valores que perdieron menos de un punto porcentual.

La compañía más castigada de la sesión fue Mapfre, que retrocedió un 5,31%, seguida de Endesa, que perdió un 2,40%. Descensos de más de dos puntos porcentuales también para FCC, CaixaBank y las dos acereras, ArcelorMittal y Acerinox. Mal comportamiento para otras dos constructoras: Acciona y Ferrovial perdieron un 1,99% y un 1,74%, respectivamente.

Entre los grandes valores, los peores fueron BBVA e Iberdrola, que sufrieron pérdidas de un 1,65% y de un 1,62%, respectivamente. Algunas otras entidades financieras registraron descensos de relevancia, como fue el caso de Bankinter o el Santander, con caídas de alrededor de un 1,5%. Retroceso de más de un 1% también para Telefónica, por ejemplo.

Fuera del selectivo, la de hoy fue otra sesión de fuertes descensos para las cuotas participativas de la CAM: perdieron otro 22,94%, tras haber retrocedido un 50% en la sesión anterior. A continuación, aunque muy lejos, Reyal Urbis, que perdió un 8,33%. Bodegas Riojanas, GAM, Cleop y Azkoyen cedieron más de un 7%. En el otro lado de la tabla, Távex, que subió un 4,69%. Duro Felguera y Metrovacesa ganaron más de un 3%.

En el Eurostoxx 50, entre los valores más castigados, muchas entidades financieras, como Axa o ING, con caídas de más de un 3%, o Deutsche Bank, Société Générale, Munich Re y BNP Paribas, con pérdidas de más de un 2%, pese a que las autoridades de Francia, España, Bélgica e Italia prorrogaron la prohibición de las posiciones cortas en los valores financieros hasta el día 30 de septiembre. En verde, sólo cuatro valores del selectivo paneuropeo: el que más subió fue SAP, seguido de BMW, Telecom Italia y Unicrédito.

El euro aflojó respecto al dólar

Veamos las reacciones a las palabras de Bernanke en otros mercados. En el de divisas, ante la inexistencia de un anuncio de un nuevo programa de compra de bonos, el euro aflojó respecto al dólar, hasta marcar mínimos de la sesión en 1,4329 unidades. Pero, tras el cierre de los mercados del Viejo Continente, rozaba 1,45: los inversores parecen haber comprado la posibilidad de que Bernanke imprima más billetes, sensación que ayuda a la depreciación del dólar.

En el mercado de materias primas, leves avances para el barril de Brent, de referencia en Europa. Al cierre de la sesión, se situaba por encima de los 111 dólares. En Estados Unidos, el barril de West Texas, estable cerca de los 85 dólares. En el oro, mucha volatilidad, aunque en un rango muy estrecho: su cotización se movió entre los 1.770 y los 1.795 dólares por onza. Llegó al término de la jornada más cerca del rango alto de la horquilla.

En el mercado de deuda, caían con fuerza los intereses de la americana. En el caso de los bonos a diez años, bajaban cinco centésimas, hasta el 2,18%. También sucedía algo similar con los alemanes: su rentabilidad caía tres centésimas, hasta el 2,15%. Con esto último, la prima de riesgo de los bonos españoles e italianos aumentó, pero se mantenía levemente por encima del 2,8%.