Milicianos rebeldes entran al palacio de Gadafi. / Foto: Reuters | Vídeo: Atlas
fin al régimen de gadafi

Los rebeldes toman el palacio de Gadafi en Trípoli

Al parecer, ni el dictador ni ninguno de sus hijos se escondía en el recinto

TRÍPOLI Actualizado: Guardar
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Con el líder libio, Muamar el Gadafi, aún en paradero desconocido, fuerzas insurrectas han logrado hoy quebrar la resistencia de su fortaleza, donde parece que se libra una de las últimas batallas por el control definitivo de la capital. Según fuentes de los rebeldes, casi toda Trípoli está ya en su poder, y solo algunos focos en diferentes barrios de la urbe, incluida la propia fortaleza de 'Bab al Aiziya', resisten aún el avance.

Aunque las noticias son confusas, parece que una partida de hombres armados ha logrado penetrar en el interior del complejo presidencial, donde el estruendo de las balas se ha mezclado con los vítores del triunfo. Con los fusiles en alto y el júbilo escrito en el rostro, los insurgentes han comenzado a gritar "Ala es el más grande. Bab al Aziziya ha caído, Trípoli es libre".

Las imágenes proporcionadas por las televisiones árabes muestran, por su parte, grupos de milicianos que se pasean por el interior de la fortaleza, donde al parecer no se escondía ni el líder libio ni sus hijos. Los rebeldes buscan ahora, entre escombros y columnas de humo negro, leales del régimen a los que desarmar y símbolos del dictador que arrasar.

De acuerdo con el relato de la cadena de televisión qatarí Al Yazira, pese a que soldados han opuesto gran resistencia, e incluso han logrado en un primer momento repeler el primer gran asalto contra una de las puertas de la enorme residencia, han entregado finalmente las armas a los rebeldes sin mayor resistencia. Diferente parece la situación en el barrio de Al Mansura y en los alrededores de la Plaza Verde, donde las tropas leales al dictador aún presentan batalla.

Gadafi: "Estoy sano y salvo"

Mientras tanto, las conjeturas sobre el destino de Gadafi y de sus hijos más belicosos prosiguen en medio de la confusión. La única noticia que se tiene hasta la fecha ha sido proporcionada este lunes por el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsán Iliumzhínov.

Según el directivo ruso, que suele compartir tablero con el coronel, Gadafi le llamó por teléfono para anunciarle que está "sano y salvo" y que no se dejará atrapar. Iliumzhímov ha aseverado que durante la breve conversación telefónica el líder libio le confirmó que se encuentra en la capital, que no tiene intención de abandonar el país y que las informaciones de las televisiones occidentales son falsas".

Durante ese espacio de tiempo, corto por motivos de seguridad según el ajedrecista, el coronel también se mostró confiando en la vitoria, agradeció su apoyo a quienes aún le siguen y aseguró que "no nos pueden localizar". Iliumzhínov también ha asegurado que junto Gadafi se hallaba su hijo mayor, Mohamad, quien ayer logró burlar a las fuerzas rebeldes que al parecer le habían capturado.

Frente a las palabras del deportista ruso, que han sido acogidas con mucho escepticismo, la OTAN ha asegurado este martes que "no tiene ni idea" de dónde se encuentra Gadafi, y ha insistido en que el coronel no es uno de los objetivos prioritarios.

Reaparición tras la supuesta captura

Quien si se ha hecho presente ha sido uno de los hijos de Gadafi, Seif al Islam, quien anoche reapareció en el centro de la capital, rodeado por sus fieles, después de que durante todo el día se hubiera dado la noticia de su captura. Sonriente y exultante, el más famoso de los hijos de Gadafi se presentó ante la prensa extranjera que se encuentra en un hotel de la capital, lo que causó confusión entre las fuerzas rebeldes y propició las dudas sobre las informaciones procedentes del liderazgo en Bengasi.

A este respecto, el Consejo Nacional Transitorio libio ha reconocido que la noticia falsa sobre la detención de Seif al Islam facilitó el avance rebelde en Trípoli. El primer ministro del CNT, Mahmud Yibril, ha indicado que esa noticia "produjo ganancias políticas y militares a los rebeldes". Yibril ha explicado que la difusión de la detención fue consecuencia de un malentendido.

Según Yibril, un rebelde sobre el terreno le informó de que un grupo de insurgentes había detenido al hijo de Gadafi, aunque le puntualizó que no lo había visto con sus propios ojos. Entonces Yibril le pidió que se desplazara al lugar donde supuestamente se encontraba retenido y que desde allí lo llamara. Sin embargo, nunca recibió la confirmación definitiva.

Por otro lado, un alto cargo de los sublevados ha anunciado que el Consejo Nacional de Transición trasladará en los próximos dos días su cuartel general desde la ciudad de Bengasi, en el este del país, a Trípoli.

Mientras el régimen, tras 42 años, parece comenzar a desmoronarse de manera definitiva, la comunidad internacional empieza a prepararse para una transición que se prevé larga, compleja y difícil.