«La grandeza de la humanidad está determinada por su relación con el sufrimiento»
El papa visita la Fundación San José, centro asistencial a enfermos, de la Archidiócesis de Madrid
MADRID Actualizado: GuardarEl papa Benedicto XVI destacó este sábado que la grandeza humana "está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre". Durante su visita a la Fundación San José, centro asistencia de enfermos y personas dependientes de la Archidiócesis de Madrid, el pontífice destacó que "una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana".
Ante unos 200 jóvenes discapacitados, familiares, facultativos y los religiosos que atienden esta fundación, el papa dijo que "vuestra vida y dedicación proclaman la grandeza a la que está llamado el hombre: compadecerse y acompañar por amor a quien sufre, como ha hecho Dios mismo". Benedicto XVI no dejó pasar la ocasión para afirmar que "nuestra sociedad, en la que demasiado a menudo se pone en duda la dignidad inestimable de la vida, de cada vida, os necesita: vosotros contribuís decididamente a edificar la civilización del amor. Más aún, sois protagonistas de esta civilización".
Durante el acto intervino un joven con discapacidad auditiva, Antonio Villuendas, que explicó que había nacido con un problema que para todo el mundo era insuperable. Pero esa afección le empujó a "superarse" aunque en momento se sintió "apartado, sólo y diferente". Por ello Antonio destacó la importancia de la "amistad de compañeros y familiares" para conseguir su integración.
Por el escenario pasaron varios enfermos, de todas las edades, a los que pontífice saludó con cariño. Los responsables de la Fundación entregaron al papa un cuadro y un ramo de flores en señal de agradecimiento por su visita al centro.
Máxima expectación
En la Fundación San José la expectación era máxima, tanto para los trabajadores del centro como para los pacientes. Los enfermos se mostraban "muy ilusionados pero algo nerviosos". Pedro, uno de los residentes del centro tratado por epilepsia aguda, incluso se atrevió a cantar un par de canciones para celebrar que este sábado iba a poder ver en directo al Santo Padre.
La emoción de los pacientes estuvo en consonancia con la del personal del centro. "Este es un hospital peculiar, a los que a los pacientes la vida les ha tratado mal, donde tenemos unos 400 enfermos tanto psíquicos, físicos como en el final de la vida y que merecen un mayor reconocimiento" afirmó el director médico del la Fundación San José, Ángel Sanz-Virseda, que se congratuló porque la visita del papa diera a conocer los servicios y actividades que ofrece el centro así como el delicado trabajo que se allí se realiza. Sanz-Virseda subrayó además que el centro cuenta con una de las mayores unidades de daño irreversible del país (con unos 40 pacientes) y que es necesario que la sociedad se conciencie de una cruda realidad que está presente en muchas familias. "La vida no es como nos gustaría que fuera, sino como es en realidad", sentenció el Director Médico.