Nadal naufraga en Montreal
El español, que no caía en segunda ronda desde 2008, se vio sorprendido en su debut por el croata Dodig
MADRID Actualizado: GuardarEl guión se cumplía a la perfección. Rafa Nadal vencía plácidamente, y jugando francamente bien, a Ivan Dodig. Es más. Con 6-1 y 3-1 para el de Manacor todo parecía encarrilado para que el español sellase su pase a la tercera ronda del Masters 1.000 de Montreal. Sin embargo, el número dos del mundo confirmó que su mente es humana. Ofreció más oportunidades de la cuenta al tenista croata y este no se arrugó. Fue de menos a más en el partido, cogió confianza en el resto y especialmente en el servicio, y confirmó lo que nadie esperada: la derrota del exnúmero uno en su vuelta a las pistas tras la final de Wimbledon, por 1-6, 7-6 y 7-6. Algo muy inusual, pues el manacorense llevaba desde 2008 sin caer en un partido de segunda ronda.
En el primer set, Nadal fue un vendaval. Su derecha corría, su saque funcionaba y su juego parecía no resentirse por las vacaciones veraniegas. Además, el número 41 del mundo, muy agarrotado y presionado, apenas inquietaba al seis veces campeón de Roland Garros. Con este panorama, el acto inicial fue un trámite para Nadal, que lo cerró por 6-1 sin apenas sufrimiento y con un buen tenis.
En el comienzo del segundo parcial nada cambió. El español seguía a un buen nivel mientras Dodig se limitaba a verlas venir.
Hasta el quinto juego del acto, el que trastocó el partido. En ese momento el croata rompió el servicio del número dos del mundo, lo que le permitió poco a poco ir mejorando las prestaciones de su tenis. Sus golpes desde el fondo de la pista fueron siendo menos erráticos. Y, sobre todo, su saque se convirtió en un arma letal.
Si en el primer set apenas hizo un 'ace', al final del partido había realizado 19. Su servicio fue mejorando a la par que empeoraba Nadal e iba ofreciendo oportunidades al croata. A partir de ahí, el 'tie break' se hizo inevitable y la segunda manga fue a parar a manos del balcánico.
Le perdonó
En el tercer parcial, de nuevo, el español volvió a perdonar a Dodig. Llegó a ponerse hasta en dos ocasiones con un 'break' favorable, pero el croata no cedió en su empeño. El pupilo de Toni Nadal se colocó con 5-3 y saque para cerrar el partido, una situación perfecta. Sin embargo, en ese momento, su oponente se agarró a la pista y le devolvió la rotura. El croata le había perdido el respeto. Ya no tiraba nada. No regalaba puntos innecesariamente. Era seguro desde el fondo y su saque contrarrestaba cada buen golpe del balear. Y se consumó la sorpresa. En una nueva muerte súbita, Dodig daba la campanada y vencía al bicampeón de Wimbledon, que había disputado todas las finales de los Masters 1.000 de este año.
"Creo que jugué lo suficientemente bien para ganar el partido, pero esto es tenis", aseguró Nadal. "Tenía que haber cerrado el partido con el 5-3 en el tercer set. También tuve opciones para cerrarlo en el segundo. Estaba jugando bien y el marcador iba 6-1 y 3-1, con un gran nivel", confesó el manacorense.
En referencia a Dodig, el español alabó su actitud: "No sintió la presión en los momentos importantes". "Al final del partido a mí me ha faltado un poco de suerte", concluyó el tenista balear.