London Riots Map es una aplicación en línea que indica los lugares donde hay disturbios, alimentada con mensajes de los usuarios de Twitter. /Foto: Londonriots
revueltas callejeras

Blackberry y Twitter, vehículos de los disturbios en Londres

El sistema de mensajes de BlackBerry se configura como herramienta de coordinación entre los centenares de jóvenes que protagonizan la ola de violencia

LONDRES Actualizado: Guardar
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La mensajería móvil y las redes sociales como Twitter han sido el vehículo principal para coordinar a centenares de jóvenes que protagonizan actos vandálicos en diversos barrios de Londres desde el pasado fin de semana. La policía británica culpaba ayer a la red social Twitter de facilitar la propagación de la violencia en Londres mediante mensajes de 140 caracteres que incitaban a los jóvenes a unirse a los disturbios, mientras que varios medios han apuntado a los teléfonos de BlackBerry como primera herramienta de coordinación entre los alborotadores.

La atención se ha centrado en el programa BlackBerry Messenger (BBM), muy popular entre los jóvenes del Reino Unido, que permite enviar mensajes gratuitos entre los teléfonos de ese tipo y facilita la rápida difusión de la información, con un funcionamiento similar al de las redes sociales.

Al contrario que en Twitter o Facebook, los mensajes enviados a través de esa aplicación están codificados, por lo que solo son inteligibles para su receptor y resulta por tanto más difícil para la policía rastrear al autor original de los textos que circulan llamando a la violencia. Consciente de esa situación, la compañía Research in Motion (RIM), fabricante de BlackBerry, ha hecho público un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el Reino Unido en el que ha asegurado que está en contacto con las autoridades para prestar la "asistencia" que sea necesaria.

Recortes sociales

Gracias a las herramientas tecnológicas que facilitan la comunicación entre grandes grupos de personas, centenares de jóvenes se han organizado para extender el clima de violencia que se inició el sábado por la noche en el barrio de Totthenham (norte de Londres) a otros como Hackney (este), Lewisham y Peckam (sureste).

Los saqueos cometidos por encapuchados, las barricadas y los vehículos y edificios ardiendo se han multiplicado en los últimos tres días en unos barrios tradicionalmente conflictivos. Esta oleada de disturbios, causada por grupos de veinteañeros y adolescentes, ha avivado el debate en los medios sobre la creciente incidencia de las bandas juveniles en la ciudad.

En barrios de la capital británica como Tottenham o Hackney, dos de los escenarios de los últimos altercados, abundan grupos de adolescentes que se dedican a amedrentar a los vecinos o a pelear con bandas rivales, según ha descrito el diario The Guardian. Testimonios recogidos por el periódico subrayaban que los recortes sociales de los últimos meses en el Reino Unido y la reducción de las ayudas a los jóvenes en barrios humildes pueden haber fomentado el vandalismo y los comportamientos antisociales.

Bandas juveniles

"Los jóvenes en Tottenham están fuera de la comunidad. Tienen su propias reglas, sus propios códigos y jerarquías", ha señalado Symeon Brown, de 22 años, organizador de una campaña contra los recortes, que añadía que para "crear un gueto" lo más sencillo es "quitarle a la gente los servicios que necesita para vivir".

El laborista David Lammy, diputado por Tottenham, decía antes de que comenzaran los disturbios que la reducción de las ayudas a los jóvenes son un "gran error" en zonas de la ciudad donde la violencia es una situación cada vez más normalizada.

Según el Centro para la Justicia Social del Reino Unido, el 6% de los menores de 19 años afirma que pertenece a una banda. Conseguir una pistola es tan fácil como hacer una llamada "si conoces a la gente adecuada", reconocía a The Guardian Sasha, de 17 años y exmiembro de una banda juvenil. Uno de los grupos más notorios es el 'London Field Boys', asociado al barrio de Hackney, uno de los más conflictivos de Londres y donde han estallado algunos de los episodios más violentos.