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Italia, regreso al futuro

La selección 'azzurra' busca revivir éxitos pasados pero cambiando el estilo defensivo de antaño por uno talentoso de la mano de jóvenes figuras

MADRID Actualizado: Guardar
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Mencionar el fútbol con personalidad en Europa es citar a Italia. Y hablar de la cuatro veces campeona del mundo es hacerlo de su estilo de juego. Un equipo tácticamente perfecto y de ayudas defensivas constantes, pero que siempre vivió con un talento sin igual en la delantera capaz de ganar por sí solo campeonatos. Pero se trata de una forma de jugar caduca en un fútbol actual donde el gusto por el balón es el camino al éxito. Tras el batacazo del mundial de Sudáfrica Italia quiere renovarse para volver a ser lo que fue.

El cambio de estilo pasa por la renovación de futbolistas. Máximos exponentes del 'catenaccio' más radical, como Gatusso o Ambrosini, y del oportunismo del último minuto, como Luca Toni o Gilardino, han dado paso a jóvenes talentos como Montolivo, Giovinco o Giuseppe Rossi. Las nuevas pautas a seguir son posesiones largas de balón con presencia en campo rival personificada en hombres como Aquilani o Casanno y finalizadas por Pazzini o el delantero del Villarreal. A pesar de ello, Italia aún mantiene jugadores con experiencia además de campeones del mundo. Buffon, que vuelve a la capitanía, Chiellini y De Rossi, serán los 'padres' de una selección joven y con talento.

El principal artífice de esta renovación en ciernes es su seleccionador, Cesare Prandelli. El extécnico de la Fiorentina, a la que clasificó para la 'Champions' en 2009, es consciente de la dificultad de cambiar la idiosincrasia de un fútbol centenario que solo ha conocido una forma de jugar desde que Vittorio Pozzo liderara a los 'azurri' a sus dos primeros mundiales en los años treinta. La Federación Italiana también desea el cambio y por eso ofreció al nuevo técnico un contrato de cuatro años con la libertad de formar un equipo de garantías para el Mundial de Brasil en 2014. En el camino, la Eurocopa del verano de Polonia y Ucrania para la que están virtualmente clasificados.

Prandelli comienza a vislumbrar brotes verdes en lo que antes era un campo de cemento, pero al que aún le queda terreno por regar y malas hierbas que recoger. Todo sea por intentar volver en un futuro al lugar de campeón que ocupó el fútbol italiano en el pasado.