Varios jóvenes levantan las manos frente a la Policía. / Efe
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El Gobierno busca un nuevo emplazamiento al 15-M

El repunte del movimiento preocupa a los comerciantes de la zona ya que están "cortando totalmente las calles y esto afecta al comercio"

MADRID Actualizado: Guardar
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Poner fin al pulso de la Puerta de Sol antes de que comience la visita oficial del Papa a Madrid, el próximo 18 de agosto. Gobierno y ayuntamiento de Madrid buscan fórmulas para dotar al movimiento 15-M de un nuevo emplazamiento en la ciudad tras el desalojo el martes del 'kilómetro cero', que han reavivado las protestas. Por tercer día consecutivo, los aledaños de la plaza vivieron un tira y afloja entre cientos de 'indignados' y las fuerzas de seguridad, que volvieron a blindar todos los accesos por orden de la Delegación del Gobierno.

La situación de la Puerta de Sol tras el desalojo y la próxima visita del Papa preocupan y mucho tanto al Ejecutivo como al ayuntamiento de Madrid y a la Delegación del Gobierno, encargada de garantizar la seguridad pública. No interesa estirar por más tiempo la cuerda que restringe el paso a la plaza, aunque tampoco se quiere permitir que los 'indignados' tomen de nuevo el 'kilómetro cero' con una nueva acampada.

La solución, por tanto, requiere que las partes negocien una salida lo más rápido posible, ya que las protestas amenazan con seguir activas. Tras el desalojo del martes, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, aseguró que era necesario abrir los canales de comunicación con el 15-M para dar un "encaje político" a sus propuestas. Y este jueves, la directora de campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, reclamó que el movimiento disponga de un nuevo espacio "digno, tranquilo y legalizado" desde el que informar y coordinar sus reivindicaciones tras las reiteradas peticiones del ayuntamiento de Madrid para poner fin al campamento de Sol.

Valenciano añadió que este emplazamiento debería permitir "el paso de la gente y el normal funcionamiento de la plaza y las calles adyacentes". Por ello, y al igual que el ministro Jáuregui, llamó a abrir "todos los cauces de diálogo" posibles con el 15-M.

"Es evidente que la plaza pública no se puede ocupar indefinidamente y por cualquiera. Eso es imposible y es contravenir la normativa en vigor", aseguró en una reunión de su partido en Valencia.

Alternativas

El sindicato mayoritario de la policía, el SUP, que el miércoles criticó con dureza las instrucciones dadas por la Delegación del Gobierno de "no detener a nadie" y no "cargar con dureza", apostó por una solución intermedia: dejar libre acceso a la plaza pero no permitir que se instalen tiendas de campaña. "No podemos pasar de permitir una acampada chabolista durante meses obliga ahora a cortar el libre tránsito por la plaza, acordonando la zona como si fuera el Congreso el 23-F", señaló en un comunicado.

Pese a ello, el Ministerio del Interior tiene previsto mantener el despliegue policial blindando las plazas objetivo de los 'indignados' y cortando la entrada a Sol siempre que se considere necesario por motivos de seguridad. Esto llevó a cerrar este jueves en dos ocasiones tanto los servicios de cercanías como los del metro, que se están viendo muy afectados por las movilizaciones.

La tercera jornada de protestas convocó a un millar de 'indignados' desde el mediodía, que marcharon de forma pacífica desde la plaza de Oriente hasta la Puerta de Sol. Una vez llegados a la plaza, y al comprobar que no podían pasar, jugaron al 'gato y al ratón' con los agentes antidisturbios que les seguían el paso y llegaron a cortaron la Gran Vía, una de las principales arterias de Madrid, sin que la policía interviniera. No obstante, en la madrugada del jueves se produjeron dos nuevas detenciones en las inmediaciones del 'kilómetro cero' por desórdenes públicos.

Preocupación entre los comerciantes

La reacción de los indignados preocupa a los comerciantes de la zona ya que están "cortando totalmente las calles y esto afecta al comercio". Así lo ha explicado el presidente de la Federación Centro de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de la Comunidad de Madrid (COCAM), Florencio Delgado, que ha explicado que las protestas por parte de los indignados les "complica mucho la vida". "Sobre todo en este momento que están en un plan de cortar calles. Esto no nos beneficia en absoluto. Estamos preocupados porque no creemos que esto tenga una solución", ha señalado Delgado.

Esta madrugada, cerca de un millar de personas, procedentes de la manifestación que ayer por la tarde concluyó en los aledaños de Sol, participaba en la asamblea en la que se buscaba decidir qué hacer tras el cierre de los accesos a los "indignados" por segundo día consecutivo. El tráfico permanecía cortado durante el transcurso de la reunión, a la altura de la Plaza del Callao, aunque los asistentes se levantaban para permitir el paso a un camión de bomberos entre aplausos.