La venta de coches se hunde sin remedio
El sector reclama desviar las ayudas públicas del vehículo eléctrico hacia el convencional, y ya cuenta con cerrar este año con una caída del 15,5% sobre 2010
MADRID Actualizado: GuardarLa venta de coches es uno de los mejores termómetros de la marcha de la economía de un país, y los datos demuestran que España sufre una terrible enfermedad. La crisis en sus distintas vertientes, véase el paro, la falta de crédito o la incertidumbre sobre el futuro, hacen que uno de los mercados más importantes de la industria nacional se hunda sin remedio. En julio, las ventas sumaron su decimotercer mes de derrumbe, con un recorte interanual del 4%.
El descenso puede parecer pequeño, pero se compara con el del año pasado, el peor desde 1995 por la desaparición del Plan 2000E y la subida del IVA. Las perspectivas que maneja el sector son muy negativas: cerrar 2011 con una caída de las matriculaciones del 15,5% y perder hasta 2.000 empleos y 500 pymes. Como mucho, aspiran a vender 830.000 turismos y todoterrenos, la cifra más pobre en los últimos 18 años y la mitad que en 2007.
En esta tesitura, fabricantes y vendedores insisten en la necesidad de reactivar la demanda, y llaman a los particulares (que hasta ahora era el motor del negocio) a aprovechar de algún modo la crisis para comprar turismos y todoterrenos ahora que, dicen, son más baratos; en concreto, un 7,5% más asequibles que hace tres años, según datos de la Comisión Europea.
El envejecimiento del parque y las mejoras medioambientales de los coches nuevos son otros de los reclamos que expone la industria para tratar de devolver a los concesionarios unos clientes que hoy apenas aparecen por las exposiciones. Y es que, según la patronal de este negocio (Faconauto) las visitas han caído un 60%.
Incentivos y ayudas
El presidente de los concesionarios, Antonio Romero-Haupold, lanzó un mensaje bien claro al Gobierno y, muy especialmente al Ministerio de Industria: "No entendemos que las ayudas públicas vayan a incentivar la compra de coches eléctricos, cuando no hay demanda ni vehículos que vender; y tampoco entendemos que se subvencione la fabricación de modelos que, en algunos casos, no llegarán siquiera a circular, mientras el mercado está prácticamente muerto".
Luis Valero, director general de la patronal de los fabricantes (Anfac), subrayó que la menor caída de julio es sólo un "espejismo estadístico, que no puede apartarnos de la realidad de un mercado que está muy pobre". Juan Antonio Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), en un ejercicio de realismo económico, tiene claro que el mercado no saldrá del agujero hasta que "los indicadores macroeconómicos den muestra de clara mejoría".
En los siete primeros meses, las ventas han caído un 24,1% de media. El verdadero lastre es el segmento de particulares, en el que la comercialización ha retrocedido un 44%. Entre las empresas, sin embargo, todavía hay actividad: las alquiladoras (rent-a-car) han mejorado su ratio un 5,6%, alentadas por un turismo que aún mantiene el tipo, y el resto ha comprado prácticamente lo mismo que en 2010.
La 'radiografía' del mes de julio revela un descenso del negocio en todas las comunidades autónomas, incluidas las muy turísticas, con una caída mucho más acusada en el segmento de coches diesel (4,74%) que en del de motores de gasolina, donde la comercialización retrocedió un 2,1%. Por tipos de vehículos, los descensos más bruscos se los llevan los todoterrenos grandes (44%), los vehículos micro (39,5%) y los de gama medio-alta (27,9%). Una vez más, los ricos siguen comprando y levantando las categorías de lujo (un 111% más que hace un año).