Cuando la ignorancia gana el pulso al olvido
Darfur, Cachemira o Somalia son algunas de las guerras a las que la comunidad internacional sigue dando la espalda
MADRID Actualizado: GuardarSon muchos los conflictos olvidados que jalonan el planeta, abandonados a su suerte por los medios de comunicación, la comunidad internacional, o la opinión pública. Nos hemos acostumbrado a escuchar impertérritos el vaivén de cifras de muertos y desplazados de aquellos territorios que han quedado relegados a un segundo o tercer plano. Darfur, Cachemira, Somalia, Chechenia, Filipinas o el pueblo Kurdo son algunos de los ejemplos, pero no los únicos ni más importantes.
Fue tras la Guerra Fría cuando la dinámica bélica trascendió la confrontación bipolar para originar otro tipo de enfrentamientos que parecen aislados, caóticos y fuera de control, donde la violencia y unos objetivos borrosos marcan la pauta de su desarrollo. Características comunes a todos aquellos enfrentamientos armados que permanecen latentes en la actualidad y de los que rara vez recibimos noticia alguna, a pesar de quedar reflejados en documentos elaborados por organizaciones humanitarias tales como UNICEF, Naciones Unidas, o ACNUR.
Por norma general, son conflictos que quedan acotados a territorios económica y políticamente débiles, enfrentamientos de larga duración y difícil solución al encontrar, los sujetos implicados o relacionados con ellos, más incentivos en una situación de guerra que en un clima de paz.
El desencadenante está directamente relacionado con una o varias causas, desde históricas hasta territoriales, pasando por étnicas, religiosas, económicas, políticas o militares, siendo en cada uno de los casos la consecuencia principal la existencia de continuas situaciones de guerra en las que la principal afectada es la población civil, marginada y desinformada.
Medios de comunicación
En este ambiente hostil, resulta fundamental aludir a la importancia que debería jugar el papel de los medios de comunicación como actores privilegiados de pacificación, siendo en ocasiones la simple presencia de los mismos la que evita una escalada en las confrontaciones. Sin embargo, la tónica dominante que se sigue es la ausencia de información.
A pesar de todo, no son los medios los responsables totales del olvido de estos conflictos. No son los encargados de catalogarlos como olvidados, sino los propios países que otorgan esta etiqueta al abdicar en la ayuda humanitaria y la no participación en determinados territorios en conflicto.
Existen numerosos inconvenientes a la hora de interpretarlos, lo que provoca un incremento del desinterés de la comunidad internacional. Son precisamente esos inconvenientes – véase explotación de recursos naturales, intereses de potencias desarrolladas, o tráfico de armas- los que hacen que los mencionados conflictos pasen de ser olvidados a ser ignorados.