Las elecciones que ganó Teddy Bautista no serán anuladas

El juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ha rechazado anular las elecciones a la presidencia de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) celebradas el pasado 30 de junio y en las que salió elegido como presidente Teddy Bautista, imputado en la causa que investiga el desvío de fondos desde la sociedad.

En un auto firmado el 22 de julio el magistrado rechaza la petición de anulación de los comicios, planteada por la candidatura 'De Otra Manera' (DOM) e indica que en el actual estadio de las investigaciones no existe imputación alguna contra "personas jurídicas", en referencia a la propia SGAE. El juez considera que anular las elecciones equivaldría a la "afirmación concluyente" de comisión de un delito de privación o impedimento del ejercicio de derechos sociales, cuestión que "no está confirmada" dado que las diligencias aún no se han cerrado.

En uno de sus autos, Ruz apuntaba a principios de julio a la existencia de un posible fraude en la celebración de las elecciones de junio. Precisaba que existían indicios que apuntaban a que el ex director de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE) José Luis Rodríguez Neri -el único imputado que aún se encuentra en prisión y presunto cabecilla de la trama- habría realizado gestiones a favor de una de las candidaturas, la oficialista CPAC.

Ruz aseguraba que Rodríguez Neri pudo "vulnerar la imparcialidad debida" impulsando la candidatura "continuista" y poniendo trabas a la candidatura crítica con el equipo directivo encabezado por Bautista.

'Operación Saga'

La causa investiga la implicación del ex presidente de la SGAE y otros dirigentes de la sociedad en la trama de la conocida como 'operación Saga'. Ruz defiende que el ex presidente de la Sociedad General "autorizó, consintió e impulsó" la trama defraudatoria desarticulada que había sido ideada por el que fuera presidente de la SDAE José Luis Rodríguez Neri.

Fruto de esta actividad fraudulenta, canalizada a través de la SDAE, la SGAE invirtió "importantes sumas de dinero", sin obtener a cambio "la esperada rentabilidad para sus socios". Las inversiones se canalizaron a través de una red de empresas vinculadas a la sociedad digital, entre ellas la mercantil Microgénesis, controlada por el propio Rodríguez Neri.