Da a luz la niña de doce años que fue violada en Alicante
La pequeña tuvo a su bebé la pasada semana y la Generalitat Valenciana también ha asumido su tutela
VALENCIA Actualizado: GuardarLa niña de 12 años de la pedanía oriolana de La Murada que se quedó embarazada tras ser víctima de una agresión sexual dio a luz la pasada semana en un parto natural que se desarrolló sin complicaciones. Tanto ella como su bebé se encuentran perfectamente, según confirmaron a este diario fuentes de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social.
Al parecer, aunque se enfrentaban a un embarazo de alto riesgo, los médicos no tuvieron siquiera que practicarle una cesárea. La pequeña, que se encuentra bajo tutela de la Generalitat, alumbró a su hijo el pasado martes y ya habría sido dada de alta.
La tutela del recién nacido también ha sido asumida por el departamento autonómico porque «sus circunstancias son en principio las mismas de la madre», según las fuentes consultadas.
A partir de ahora se abre un abanico de posibilidades acerca del futuro del bebé. Bien podría ingresar en un centro de protección, ser entregado temporalmente a una familia de acogida o dado incluso en adopción si la progenitora presta su conformidad.
Por su parte, los técnicos de los servicios sociales autonómicos tendrán también que decidir cuál es la mejor forma de favorecer el desarrollo intelectual y afectivo de la víctima, que estaba residiendo hasta ahora junto a su madre en un centro Mujer 24 horas. Es muy probable que la menor necesite un tratamiento psicológico especializado, algún tipo de terapia, para afrontar y procesar lo que le ha ocurrido.
Buscan al violador
Mientras tanto, la Guardia Civil sigue investigando la violación a la que fue sometidacuando tenía 11 años, aproximadamente en octubre del pasado año. Fueron trabajadores del centro de salud de la pedanía oriolana quienes descubrieron el embarazo, que ya estaba muy avanzado (unos seis meses), a mediados de abril de este año, cuando la niña acompañó a su madre a una consulta.
La pequeña fue declarada en desamparo por la Conselleria de Bienestar Social y el caso se puso en manos de la Fiscalía de Menores. Tras ser examinada por especialistas en abusos infantiles del Instituto Espill y por un fiscal, la denuncia por un delito de agresión sexual fue remitida al Decanato de los Juzgados de Orihuela.
En las entrevistas con los psicólogos y el fiscal, la menor señaló como posibles violadores a dos ciudadanos de origen ecuatoriano, de los que dijo que le habían hecho «daño», según fuentes próximas a la investigación. Uno de ellos fue detenido por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Almoradí, pero la magistrada que instruye el procedimiento decretó su puesta en libertad provisional sin imputarle delito alguno.
Al mismo tiempo, dictó una orden de busca y captura para todo el territorio nacional contra el otro hombre, Segundo Domingo M.T., de 26 años, principal sospechoso a ojos de los investigadores y que se encuentra en paradero desconocido en estos momentos. Esa requisitoria deberá ampliarse ahora a la categoría de internacional después de que la Policía Judicial haya constatado que el presunto violador, que mantuvo una relación con la madre de la víctima, voló desde Madrid a Quito, capital de Ecuador, el 20 de abril.
La Ley del Aborto, a debate
El embarazo de la pequeña de La Madura reabrió en junio el debate sobre la nueva Ley del Aborto, que entró en vigor hace justo un año, porque no contempla situaciones extremas como ésta.
Su artículo 15 fija en 22 semanas el plazo máximo de tiempo dentro del cual se puede proceder a la interrupción de la gestación por causas médicas, «siempre que exista grave riesgo para la vida o salud de la embarazada» o graves anomalías en el feto «incompatibles con la vida».
Algunos colectivos feministas aseguraron entonces que la legislación adolecía de esa importante laguna. Incluso atribuyeron dicha omisión al afán del PSOE por compensar a los detractores de la ley después de la polémica generada por el hecho de que las chicas de 16 y 17 años no necesiten el consentimiento de sus padres para abortar ni estén obligadas a informarles de ello.