naturaleza

Caracoles zombis

Un tipo de gusano parásito ha encontrado en el control cerebral de los moluscos una forma idónea y algo tétrica para reproducirse

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los zombis, relegados a películas y series de ciencia ficción, podrían estar más cerca de lo que pensamos. Si no entre los humanos, al menos dentro del mundo animal. Una muestra de ello son los caracoles.

El Leucochloridium Paradoxum es un gusano parásito que, al igual que la película ‘Alien’, necesita la muerte de su portador para poder reproducirse, y ha encontrado en estos moluscos su mejor presa. Los gusanos, inicialmente, se reproducen en el interior de pájaros, donde generan las larvas que posteriormente serán expulsadas a través del excremento del ave. Un proceso similar a cuando los niños desarrollan lo comúnmente conocido como lombrices.

Es en ese momento donde entra en acción el caracol que, desplazándose entre las ramas de los árboles, encuentra las heces y se alimenta de ellas, introduciendo en su organismo a los parásitos invasores. Una vez aquí, los gusanos crecen e infectan el cerebro del molusco, toman el control de su mente y lo obligan a suicidarse.

Al igual que en las películas de zombis más macabras, la apariencia física del caracol cambia por completo. Los parásitos se trasladan del sistema digestivo del molusco a sus ojos, convirtiéndolos en una especie de tentáculos verdes ondulantes. Este movimiento y su color llamativo, no tienen otro objetivo más que el de atraer a los pájaros para que devoren a su portador.

Sin embargo, los caracoles, acostumbrados a rondar las zonas más bajas de los árboles, no son fáciles de ver para las aves. Es por ello por lo que los gusanos toman el control de la mente del molusco, con el fin de llevarlo hacia las hojas más altas para que pueda ser avistado por los pájaros y engullido al instante.De esta manera, los gusanos consiguen introducirse una vez más dentro del pájaro, donde vuelven a reproducirse poniendo huevos que son distribuidos nuevamente por el ave, iniciándose otra vez uno de los ciclos vitales más fascinantes y extraños de la naturaleza.