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'Argentinazo' de Uruguay

Los penaltis deciden el clásico del Río de la Plata a favor de los 'charrúas', que se medirán ante Perú en la primera semifinal del torneo

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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La selección de Uruguay sepultó a la anfitriona Argentina en el estadio de Santa Fe, conocido como 'El Cementerio de los Elefantes', y pasó a semifinales de la Copa América 2011 al vencer 5-4 en la definición por penaltis tras el 1-1 en los 120 minutos de juego.

Diego Forlán, Luis Suárez, Andrés Scotti, Walter Gargano y Martín Cáceres anotaron los cinco lanzamientos de la tanda para Uruguay, mientras que Carlos Tévez marró el tercer disparo para Argentina, que significó la sonada eliminación de los locales.

Lionel Messi, Nicolás Burdisso, Javier Pastore y Gonzalo Higuaín fueron los autores los cuatro penaltis anotados por una albiceleste que mereció algo más pero chocó ante Muslera, ya que el portero del Lazio estuvo inconmensurable y mantuvo viva a una selección de Tabárez orgullosa, sacrificada, disciplinada tácticamente y con una fe que mueve montañas.

El centrocampista Diego Pérez abrió la cuenta para Uruguay a los dos minutos, mientras que Higuaín empató de cabeza a los 17, en un partido vibrante que respondió a la histórica rivalidad entre ambos combinados del Río de la Plata. Los charrúas se medirán en semifinales el martes en La Plata con Perú, otro sorprendente clasificado que le ganó a Colombia 2-0 en Córdoba y en el tiempo extra, tras el 0-0 en los 90 minutos.

A 61 años de la hazaña lograda en el estadio Maracaná, cuando derrotó a Brasil en la final del Mundial-1950, el equipo uruguayo dio otro golpe en 'El Cementerio de los Elefantes', donde cayeron grandes equipos como el Santos de Pelé en los 60.

Pese a que la favorita selección argentina vio frustrada su ilusión de cortar en casa 18 años sin títulos, su técnico, Sergio Batista, dijo que la eliminación "no es un fracaso" y desestimó renunciar a su cargo.

"Fracaso no lo llamo, hicimos hasta lo imposible para ganar la Copa, pero no se nos dio. La palabra fracaso es muy fuerte, trabajamos para ganar, no creo que haya sido un fracaso", repitió el 'Checho' en rueda de prensa. Argentina volvió a padecer a un equipo como el uruguayo que le presentó un entramado defensivo escalonado en la marca de Messi, que esta vez no encontró socios adecuados para elaborar jugadas decisivas y terminó en la impotencia para volcar el marcador durante el juego.

Uruguay, que jugó durante media hora en desventaja por la expulsión de Diego el ‘Ruso’ Pérez, planteó un esquema de marca pegajosa y esperaba su oportunidad para salir de contraataque con sus amenazantes delanteros Luis Suárez y Diego Forlán, luchador infatigable, capaz de jugar en todos lados por su físico privilegiado y peligrosísimo en los lanzamientos de todos los golpes francos.

Su fortaleza defensiva se apoyó en un muy seguro portero Fernando Muslera, el mejor jugador del encuentro, que ahogó en varias ocasiones los arrebatos del local, el último de ellos una internada de Messi en tiempo extra que conjuró con seguridad. "Jugamos contra un equipo con una ofensiva enorme como Argentina, lo tuvimos que luchar más de lo que lo jugamos, nos sacamos de encima al rival más difícil", dijo al término del partido el capitán uruguayo Diego Lugano.

Gran Higuaín

En el tiempo extra, Higuaín, el mejor de Argentina, estrelló un disparo en el poste derecho en la única acción de riesgo de una imprecisa selección local. Argentina no aprovechó que Uruguay estaba con diez jugadores desde la primera parte por la expulsión de Pérez y se dejó atrapar en un embudo de camisetas blancas, de la que no pudo sacarlo ni siquiera Messi en los 120 minutos de juego, salvo algunos destellos de su habilidad. Una falta Tévez que casi marca Higuaín de rebote y que atajó Muslera y una media vuelta del delantero del Real Madrid, también conjurada por el portero uruguayo, fueron las únicas acciones de riesgo que mostró Argentina en la parte final del tiempo regular.

El equipo dirigido por Tabárez jugó de igual a igual aún con diez jugadores y de vez en cuando contraatacaba sin desesperarse, como ocurrió a los 80, cuando el meta Sergio Romero le abortó a Forlán el tanto decisivo. La expulsión del capitán albiceleste Javier Mascherano a los 87 dejó las cosas en igualdad, aunque la ventaja que tuvo el conjunto local durante más de media hora ni siquiera se notó porque Uruguay corrió y corrió sin impacientarse, a la espera de una estocada de Suárez o Forlán.

"Cuando más lo necesitábamos mostramos muchas cosas que ya vimos en el Mundial, ahora a festejar mucho pero sólo en el vestuario. Hemos conseguido el objetivo mínimo que nos fijamos antes de venir, repetir la actuación de la Copa pasada" en la que terminó en el cuarto lugar, indicó Tabárez tras el partido.

Como en la Copa América de 1987, otra vez Uruguay se encargó de dejar fuera a los anfitriones y ahora está en condiciones de encaminarse a romper el equilibrio existente con Argentina de 14 títulos ganados cada uno en el torneo de selecciones más antiguo del mundo.