La jugadora japonesa Nahomi Kawasumi celebra el tercer gol contra Suecia en la semifinal. En el video, escena de la serie 'Capitán Tsubasa' donde aparece un personaje femenino. / Foto: AP. Video: Youtube
Cultura japonesa

Las chicas de Oliver y Benji

La selección japonesa de fútbol femenino jugará este domingo la final del campeonato del mundo

MADRID Actualizado: Guardar
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El deporte más popular de Japón es, sin lugar a dudas, el béisbol. Pero la expansión internacional de este deporte es bastante limitada. Por esto, el fútbol ocupa un lugar importante en la cultura del país nipón, a pesar de que su liga nacional es bastante discreta y su selección siempre pertenece al grupo de las perdedoras en todos los mundiales, siendo los octavos de final su mayor logro. Aún así, la selección de fútbol masculina es la representante del país en las competiciones oficiales internacionales.

En la cultura japonesa, el balompié ha ocupado un lugar de peso. El anhelo y el sueño de los japoneses por triunfar en este deporte, lejos de materializarse en la vida real, se plasma en la ficción o en su absoluta admiración por otras ligas como la española o la inglesa. 'Capitán Tsubasa' ('Campeones'), una de las series de animación más famosas y exportadas de Japón, contaba la historia de Oliver, un Messi japonés que empieza a jugar en equipos infantiles locales y termina profesionalizándose hasta el punto de incorporarse al FC Barcelona. Benji era su compañero y amigo que jugaba de portero protagonizando paradas inverosímiles. Tras el éxito de esta serie vinieron muchas más del mismo estilo como 'Supercampeones' o 'Goleadores'.

Otra serie de animación japonesa sobre fútbol, menos famosa pero mucho más realista, es 'Soccer fever'. En este caso, el protagonista no es un niño o joven futbolista, sino un reportero anciano e inglés que explica a sus nietos y a los amigos de estos todas sus experiencias como periodista en muchos mundiales narrando los mejores partidos de la historia. También se han producido series de imagen real para televisión centradas en el fútbol, algunas basadas en estos 'animes'.

Un detalle común a todas estas muestras culturales japonesas es uno o varios papeles femeninos ajenos a la acción del deporte. Estos personajes siempre son la madre, novia o amiga del personaje principal que se dedica a animar, cuidar o entrevistar al futbolista.

Pero la realidad siempre supera a la ficción. Después de años intentando pasar de octavos en un mundial de fútbol, la selección japonesa ha conseguido no solo superar este bache, sino llegar a la final de la competición celebrada estos días en Fráncfort, Alemania. Eso sí, en la división femenina.

En busca de la hazaña

Las futbolistas japonesas tuvieron su mayor éxito en 1995 cuando llegaron a cuartos de final de la competición. Este año nadie apostaba por las 'Nadeshiko' (llamadas así por el nombre de una flor) y estuvieron a punto de no participar debido al desastre del tsunami. Pero, una vez más, el espíritu de lucha que reina en todo el país después del terremoto del 11 de marzo y el trabajo de organización y técnica elaborado por el entrenador Norio Sasaki han obrado el milagro.

El primer paso a la gloria lo dieron el pasado 9 de julio, cuando mejoraron su mejor clasificación de la historia superando la fase de cuartos. Pero lo importante es que el rival al que vencieron fue Alemania, que no solo era la anfitriona sino que durante años ha sido la selección más poderosa (a veces mostrando un fútbol a años luz del resto de países).

La moral de las japonesas, que siempre saltan al campo con la pancarta "A nuestros amigos de todo el mundo. Gracias por vuestro apoyo", se multiplicó después de derrotar a la gran campeona. Eliminaron en semifinales a Suecia, una de las selecciones revelación y se enfrentan en la final de este domingo a EE UU.

El país entero está volcado con las 'Nadeshiko'. En las grandes ciudades, como Tokio u Osaka, las pantallas gigantes están preparadas y la fiesta de celebración, ganen o pierdan, se espera multitudinaria.

Japón, un país muy costumbrista y también algo machista, ha encontrado su mayor alegría nacional después del desastre en un grupo de mujeres que practica un deporte tradicionalmente de hombres.