Los Núñez del Cuvillo cierran con una limpia carrera
Al menos tres corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra con diversos traumatismos y golpes
PAMPLONA Actualizado: GuardarLos toros de la ganadería gaditana de Nuñez del Cuvillo protagonizan una carrera rápida y limpia, sin dejar heridos de asta a su paso.
En apenas 2´ 20´´ han cubierto el trazado del encierro, los toros que han corrido esta mañana por las calles de Pamplona. Han salido todos ellos por detrás de los cabestros y a la altura de la Hornacina de San Fermín iban ya ocupando todo el ancho de la calle y han permitido bellas carreras especialmente, por la parte derecha. Así han hecho irrupción en la Plaza Consistorial, momento en el cual, al tomar la calle Mercaderes, el último de los toros, el Nº 73 de 560 Kilos de peso y de nombre 'Relatero' se ha roto el pitón izquierdo al golpearse violentamente contra el suelo.
Al entrar ya en la más emblemática de nuestras calles, Estafeta, se ha podido presenciar una de las carreras más espectaculares, en cuanto a belleza y plasticidad, tanto del día como de los sanfermines. Un mozo habitual, perfectamente ataviado con la pulcritud del blanco en su indumentaria y la extraordinaria "limpieza" en su forma de correr, nos erizaba el bello al presenciar su fenomenal carrera delante de los astados que abrían la manada. Estos son los "momenticos" que hacen grande el Encierro de Pamplona.
En la segunda mitad de Estafeta, también hemos podido deleitarnos con carreras de gran belleza, para continuar por Telefónica y enfilar el Callejón, sin hacer extraños y, a diferencia del encierro de ayer, sin tratar de embestir a los corredores. Veloz entrada a la Plaza de Toros para, tras ver dirigirse al último de los toros hacia los corrales, empezar a pensar que "Ya falta menos ..."
Tras el encierro, despedidas de amigos y compañeros de carrera que, en algunos de los casos, desaparecerán de nuestras vidas hasta el próximo 7 de Julio, unos minutos antes del primero de los encierros de 2.012, en la Cuesta de Santo Domingo. ¡VIVA SAN FERMÍN!