revueltas en el mundo árabe

El viceprimer ministro egipcio presenta su dimisión

La salida de Yehia el Gamal era una de las principales reclamaciones de los manifestantes que desde el pasado viernes han vuelto a tomar la plaza de Tahrir

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El viceprimer ministro egipcio, Yehia el Gamal, ha dimitido de su cargo, según ha anunciado el jefe del Gobierno, Esam Sharaf, en su página de Facebook, en la que ha explicado que ya ha aceptado la renuncia del 'número dos' de su Ejecutivo.

La salida de El Gamal del Gabinete era una de las principales reclamaciones de los manifestantes que desde el pasado viernes han vuelto a tomar la plaza Tahrir de El Cairo para reclamar mayor rapidez en las reformas.

"Se acepta la dimisión del doctor Yehia el Gamal como viceprimer ministro", es el escueto comunicado con el que Sharaf ha anunciado una noticia que los observadores esperaban tras su alocución de anoche. Sharaf ha añadido que "el cambio de Gobierno no es un objetivo en sí mismo, sino un punto de partida del que saldrán un conjunto de pasos positivos y tangibles".

Nuevas marchas de protesta

En el discurso televisado a la nación de anoche, Sharaf prometió una remodelación de su Gobierno en el plazo de una semana, con el fin de "preservar la revolución", ante la creciente presión de los manifestantes de Tahrir, que hoy han convocado una nueva marcha de protesta.

Con su alocución, Sharaf respondió a varias de las reclamaciones que han vuelto a sacar a la calle a miles de egipcios desde el pasado viernes, sobre todo en El Cairo, Alejandría y Suez, aunque no ofreció detalles sobre cuáles serían los ministerios afectados por la remodelación.

Los manifestantes, cientos de los cuales permanecen acampados en Tahir, habían pedido con especial insistencia la renuncia de El Gamal y la del actual ministro del Interior, Mansur el Esawi.

Asimismo, Sharaf prometió cambiar a los gobernadores del país antes del final de julio, y aseguró que ha encargado al Ministerio del Interior apartar en un plazo máximo de 15 días a los policías implicados en crímenes contra los manifestantes en los 18 días de la revolución, que obligó a renunciar al expresidente Hosni Mubarak el 11 de febrero.

Otra de las promesas del primer ministro ya se había cristalizado hoy con la orden por el Consejo Supremo de Justicia de permitir el acceso al público y de retransmitir por pantallas los procesos contra altos cargos del régimen de Mubarak acusados de corrupción y asesinato de manifestantes.

Condenas para antiguos altos cargos

Por otro lado, el exprimer ministro egipcio Ahmed Nazif ha sido condenado hoy a un año de prisión por malversación de fondos públicos por un tribunal egipcio que también ha sentenciado a dos exministros a diez y cinco años de cárcel por este mismo caso.

Según han informado fuentes judiciales a la agencia estatal MENA, la pena contra Nazif está suspendida de cumplimiento durante tres años. Esas fuentes han explicado que el juez Adem Abdelhamid, del Tribunal Penal de El Cairo, ha condenado a los acusados por adjudicar la fabricación de matrículas de vehículos, por orden directa y sin licitación, a una empresa alemana por precios que superan los del mercado con el objetivo de lucrarse.

El exministro de Finanzas Yusuf Butros Gali ha sido condenado a diez años en rebeldía, ya que se encuentra huido del país, y suma esta pena a otra impuesta la semana pasada de treinta años de prisión por tráfico de influencias, abuso de autoridad y enriquecimiento ilícito.

Por su lado, el exministro del Interior Habib al Adli, símbolo de la represión del antiguo régimen y condenado a cinco años, ya había sido sentenciado en mayo a doce años de cárcel por blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito.

Sobre Al Adli recaen todavía varias acusaciones, por las que no ha sido aún juzgado, por ser uno de los responsables de la muerte de manifestantes en los 18 días de la revolución egipcia, que comenzó el 25 de enero y terminó el 11 de febrero con la renuncia del presidente Hosni Mubarak.

El tribunal obliga en su sentencia de hoy a los condenados a devolver los 92 millones de libras egipcias (unos once millones de euros) que representan el valor de la malversación de los fondos públicos y también a una multa por esa misma cantidad, aunque en el caso de Al Adli y Gali tendrán que pagar una multa de 100 millones de libras egipcias (unos doce millones de euros).