BODA EN INGLATERRA

Kate Moss, de blanco y por la iglesia

MADRID Actualizado: Guardar
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Llegó en un Rolls Royce plateado, envuelta en un velo que dejaba entrever un par de adornos florales a los lados de su rubia melena. Con un ramillete de flores blancas en una mano, Kate Moss ocupaba el asiento central entre su hija, Lili Grace, y su padre, Peter. En un mágico instante, la cámara capturó la sonrisa romántica de la novia camino de San Pedro, la parroquia del pueblo de Southrop donde le aguardaba su prometido, el músico Jamie Hince. Lucía el sol en este pueblo de los Cotswolds, al noroeste de Oxford, cuando la famosa pareja se intercambió los anillos en una ceremonia bajo el rito anglicano.

Hippy pero tradicional, esa parecía ser la consigna de la boda del verano para la realeza pop británica. Empezó la víspera con un ensayo en la iglesia normanda y el ajetreo continuó ayer con el cierre de las calles principales de Southrop y los accesos a la finca de la ‘top model’, en la cercana aldea de Little Faringdon. En el césped de la mansión, bajo una ciudadela de marquesinas blancas, los festejos del bodorrio se prolongarán hasta el domingo. Se calculan unos 300 asistentes a este torrente de música, malabares y fuegos artificiales.

En los Cotswolds se respira riqueza, y las robustas fachadas de piedra formaron el encuadre perfecto para la alta costura de la comitiva nupcial. La revista ‘Vogue’ identificó el vestido de la novia como un modelo entallado de John Galliano, en un gesto de lealtad de Kate hacia el ‘ángel caído’ de la pasarela, y adelantó que iba a vestir tres modelos distintos de Stella McCartney en su primer baile de casada y durante el resto de la noche. Yves Saint Laurent habría firmado el traje azul del novio y el esmoquin de su ‘padrino’ de boda, aunque, saltándose la tradición, Hince haya elegido como mano derecha y paladín en la fastuosa velada a Alison Mosshart, su compañera en la banda The Kills.

Como damas de honor, Moss reclutó a Trish Simonon, la mujer del bajista de The Clash, y a Iris Law, hija del actor Jude y la diseñadora Sadie Frost, además de la pequeña Lili Grace y otra docena de niñas con guirnaldas en el pelo. Tres generaciones de artistas, profesionales y empresarios cubrieron el abanico de invitados a este festival nupcial. De Bryan Ferry a Jade Jagger, de Vivienne Westwood a Anna Wintour o Naomi Campbell, que según los lugareños llegó tarde a la ceremonia. No faltó, por supuesto, Bobby Gillespie, cantante de Primal Scream, con quien la nueva señora Hince pudo entonar anoche alguna canción.