alerta nuclear

Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio detectan estroncio radiactivo en el lecho marino cerca de Fukushima

Este elemento supone una grave amenaza a la salud porque puede acumularse en los huesos si es inhalado y causar cáncer

TOKIO Actualizado: Guardar
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Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) han detectado por primera vez estroncio radiactivo en el fondo marino cerca de la central nuclear de Fukushima-1. Se trata de estroncio 89 y 90, elementos que suponen una grave amenaza a la salud porque pueden acumularse en los huesos en el caso de ser inhalados, y además podrían ser la causa de un cáncer.

El hallazgo es resultado de un estudio realizado el 2 de junio sobre la calidad de las aguas unos tres kilómetros mar adentro, en dos emplazamientos situados aproximadamente a 20 kilómetros del complejo nuclear japonés. Por cada kilogramo analizado se detectaron 44 becquerelios de estroncio-90, que tiene una vida media de 29 años.

Antes se habían encontrado estas sustancias en tierra firme y en agua de mar, justo tras el accidente que provocaron el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, informa la cadena nipona NHK.

Un miembro de la Comisión de Seguridad Nuclear japonesa, Shigeharu Kato, adelanta que harán falta más estudios para determinar si la flora y la fauna marina pueden acumular estos elementos y, en caso de ser posible, en qué cantidad. El Ministerio de Pesca ha llevado a cabo estudios similares por su cuenta. Los expertos no encontraron estroncio radiactivo en las muestras de animales marinos frente a las costas de Ibaraki y Chiba, al sur de Fukushima.

Disculpas por "las molestias"

A este respecto, el presidente honorario de TEPCO, Tsunehisa Katsumata, se ha disculpado durante la reunión anual de accionistas, la primera tras el accidente, por "los problemas y las molestias" causadas por el accidente nuclear en la central de Fukushima-1, de cuya gestión es responsable.

Además, el presidente ha solicitado el apoyo de los accionistas a las medidas que deberá tomar a corto plazo para resolver la situación financiera de la compañía. "El grupo entero trabajará junto para resolver la crisis tan pronto como sea posible", ha aseverado, en declaraciones recogidas por el diario económico 'Nikkei'. Entre las medidas más duras que deberá adoptar destacan la venta de activos y la reducción de su tamaño, a lo que hay que añadir el pago de las indemnizaciones a los afectados por la radiactividad emanada de Fukushima-1 y los cortes de electricidad causados por el accidente nuclear.

De forma paralela a estas cuestiones, Katsumata ha superado la moción presentada en la reunión de este martes por un grupo minoritario de 400 accionistas para que la compañía cesara su producción energética en centrales nucleares, según informa la agencia Kiodo. Aunque finalmente esta iniciativa no ha contado con el voto favorable de dos tercios de los accionistas que necesitaba para prosperar, el número de partidarios de esta medida ha crecido en los últimos años, por lo que podría acabar afectando al futuro de la eléctrica.

Por otro lado, está previsto que los accionistas ratifiquen en el cargo al presidente en funciones de TEPCO, Toshio Nishizawa, que sustituirá en el cargo a Masataka Shimizu, que presentó su dimisión el pasado 20 de mayo, durante la presentación de los resultados de la compañía, asumiendo así su responsabilidad por el accidente nuclear.

No obstante, es probable que Nishizawa no sea del agrado de gran parte de los accionistas, ya que muchos de ellos pretenden una renovación completa de la cúpula directiva de la eléctrica y el presidente en funciones lleva trabajando en ella desde 1975, cuando se licenció. La junta de este año, a la que han asistido más de 8.600 accionistas, se celebra en un hotel del sur de Tokio en medio de estrechas medidas de seguridad ante las protestas anunciadas por grupos de activistas, entre ellos Greenpeace.