violentos enfrentamientos en belfast

El Sinn Fein dice que los disidentes del IRA son incapaces de desatabilizar el proceso de paz

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Sinn Fein, antiguo brazo político del inactivo IRA, aseguró anoche que los grupos disidentes republicanos, opuestos a su estrategia de diálogo, no tienen recursos para mantener una campaña armada en Irlanda del Norte capaz de desestabilizar el proceso de paz. "Un individuo con una pistola o una bomba pude causar enorme daño, pero no pueden tener éxito porque la gente les rechaza", declaró Gerry Kelly, dirigente del Sinn Fein y ex miembro del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Kelly se refería así al pistolero que hirió de un disparo en la pierna a un reportero gráfico este martes, durante la segunda noche de graves enfrentamientos ocurridos en el este de Belfast entre jóvenes católicos y protestantes y las fuerzas del orden. Tres personas resultaron heridas en la segunda noche de refriegas en Belfast. Entre 350 y 400 personas -inicialmente se llegó a calcular la participación de unas 700- se enfrentaron con cócteles molotov, ladrillos y elementos pirotécnicos, y la Policía utilizó pelotas de goma y cañones de agua para dispersar a la multitud

La Policía norirlandesa (PSNI) ha informado de que el autor del ataque contra el fotógrafo, quien se encuentra fuera de peligro, es miembro de un grupo disidente del IRA, al tiempo que culpó a los paramilitares de la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) de iniciar estos disturbios con ataques contra los residentes del Short Strand, enclave católico situado en una zona de mayoría protestante. La gravedad de los enfrentamientos, los peores en más de diez años, ha obligado a los políticos a tomar cartas en el asunto y entablar conversaciones con los líderes comunitarios de esta barriada de Belfast para frenar la violencia sectaria.

Sus esfuerzos, de momento, han dado sus frutos, como demuestra que la pasada madrugada no se registraron incidentes serios, a pesar de que en el Short Strand volvieron a concentrarse multitud de jóvenes dispuestos a dar batalla. "Hemos hablado con los jóvenes, ha habido encuentros, se han repartido folletos explicativos elaborados por los residentes recordando que no quieren volver a la violencia del pasado", explicó Kelly.

Por si acaso, un grupo de miembros del Sinn Fein, encabezados por el propio dirigente republicano, permaneció en la zona hasta bien pasada la medianoche. Solo en un par de ocasiones, jóvenes nacionalistas armados con palos y botes de pintura trataron de atacar a los furgones blindados de la PSNI que les separaban del bando protestante, acciones que no volvieron a repetirse tras la intervención del Sinn Fein. Al otro lado de la barricada policial, un número de protestantes muy superior al de católicos estaba también vigilado por individuos vestidos con chalecos reflectores, personas probablemente vinculadas a la UVF. La PSNI, no obstante, no ha determinado aún si los disturbios son obra de individuos aislados o su organización cuenta, por contra, con la aprobación de la dirección de la UVF, grupo que abandonó hace dos años la lucha armada y decomisó todos sus arsenales.

Potencial riesgo de un asesinato

La Policía norirlandesa, por su parte, advirtió de que la violencia registrada durante los últimas noches y que ha enfrentado a unionistas y nacionalistas podría aumentar en los próximos días, hasta que el punto que hay un "riesgo potencial" de que fallezca alguna persona.

Para el adjunto a la jefatura de la Policía de Irlanda del Norte, Alistair Finlay, "existe un riesgo potencial de que alguien sea asesinado por el nivel de violencia". "Necesitamos tener la cabeza fría", ha reclamado, en declaraciones a los periodistas. Asimismo, ha lamentado los "titulares equivocados" sobre Irlanda del Norte que han copado gran parte de los medios internacionales y que han eclipsado la llegada al cercano aeropuerto de Belfast del golfista Rory McIlroy, que aterrizó ayer por la noche tras ganar el Abierto de Estados Unidos.